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La luz al final del túnel para Nigeria: reflexiones de un coordinador residente de la ONU

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El coordinador residente para Nigeria termina sus cinco años de mandato y reflexiona en su blog sobre los numerosos desafíos del país más poblado de África, el trabajo de la ONU y las perspectivas de un futuro próspero y sostenible.

 

“Cuando llegué en 2016, me propuse ir más allá de los compromisos tradicionales con los gobiernos, las comunidades diplomáticas y empresariales; implicarme e interactuar con la gente y con sus diversas culturas y tradiciones. Ha sido un viaje increíble, de grandes progresos y legados sobre los que continuar trabajando.

Durante estos cinco años, en mi empeño por hacer realidad esta visión de la ONU, he disfrutado de un enorme apoyo y buena voluntad por parte del gobierno y de las personas tanto a nivel federal y estatal como local. Por ello, les estaré siempre agradecido, ya que mi labor no habría sido posible sin su ayuda y consejos.

Nigeria: las dos caras de la moneda para la región africana

Nigeria, al ser el país más poblado de África y la economía de mayor crecimiento de la región, ofrece grandes oportunidades financieras y de desarrollo no sólo para el país sino para toda la región africana.

Sin embargo, Nigeria se encuentra también en una encrucijada, con múltiples y complejos desafíos que tienen implicaciones para la paz, el desarrollo y la estabilidad en todo el continente.

El país africano representa tanto las grandes posibilidades como una amenaza para la región en general. Debe abordar cinco factores de riesgo críticos para garantizar la paz, la seguridad y la estabilidad en el país: cohesión social, igualdad y no discriminación; seguridad interna; estabilidad económica; justicia y estado de derecho; y desplazamiento y migración.

Multitud de retos

Nigeria se enfrenta a una serie de tendencias negativas, como la pobreza multidimensional, el déficit de gobernanza y de derechos humanos, el cambio climático, el lento crecimiento económico en un momento de gran crecimiento demográfico, la escasa participación de las mujeres en la sociedad civil y la política, el desempleo juvenil, y los focos de conflicto, bandolerismo, delincuencia y terrorismo impulsados por las diferencias étnico-religiosas, y el aumento de la incitación al odio.

Los conflictos entre agricultores y pastores pasaron a ser parte de mayores tensiones entre diversos agentes; la proliferación de armas pequeñas y ligeras sigue amenazando la seguridad nacional, y Nigeria cuenta con el 70% de los aproximadamente 500 millones de armas ilegales que se cree que circulan por África Occidental.

La respuesta de las Naciones Unidas

Las alianzas entabladas por las Naciones Unidas con el gobierno de Nigeria han sido fructíferas a lo largo de los años y me siento orgulloso por el éxito en la concienciación internacional sobre el impacto de las atrocidades cometidas por Boko Haram contra civiles inocentes, y los esfuerzos conjuntos para llevar esperanza a las personas afectadas por la insurgencia.

Juntos, evitamos una hambruna en 2017, hicimos frente a los brotes de cólera, aliviamos el sufrimiento humano brindando asistencia humanitaria a más de cinco millones de personas en el noreste de Nigeria cada año. Movilizamos más de 3200 millones de dólares para la respuesta humanitaria en el noreste del país desde 2017 hasta la fecha. Atravesamos la pandemia de COVID-19 y los efectos que la insurgencia de Boko Haram supusieron para millones de personas. Gracias al One-UN Basket Fund de Nigeria, que recaudó 73,3 millones de dólares para la respuesta a la pandemia, las Naciones Unidas adquirieron alrededor del 40% de los suministros médicos para hacer frente al coronavirus en el país africano.

Aprovechar la juventud

Los 41 millones de nigerianos con edades comprendidas entre los 18 y los 29 años constituyen aproximadamente el 40% de la población del país y cerca del 20% de población joven en África.

Para aprovechar este dividendo demográfico, Nigeria debe capacitar a sus jóvenes para que desempeñen un papel constructivo, unificador e innovador, e incluirlos plenamente en el proceso de desarrollo del país. Los jóvenes deben tener igualdad de acceso a las oportunidades económicas y a unos medios de subsistencia dignos. Son el presente y el futuro de Nigeria, y es necesario convertirlos en el motor de cambio de la nación para lograr un desarrollo sostenible.

Me alegro de que las Naciones Unidas respalden los esfuerzos del gobierno a través de numerosas actividades —entre ellas Generation Unlimited, una nueva plataforma de asociación público-privada-juvenil que proporcionará a 20 millones de jóvenes nigerianos con formación y oportunidades de empoderamiento económico e impacto social— y el Nigeria Jubilee Fellows Programme, una iniciativa conjunta del Gobierno Federal de Nigeria y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para el empoderamiento de los jóvenes, cuyo objetivo es conectar a 20.000 graduados con talento con oportunidades de trabajo locales.

La luz al final del túnel

En medio de toda esta situación, tengo esperanza para Nigeria, con la rendición de los combatientes de Boko Haram, el desarrollo de un pacto para mejorar las colaboraciones y el compromiso político con el gobierno, así como con el incremento de las actuaciones de la Comisión de Desarrollo del Noreste y la ampliación de las actividades de estabilización.

Nigeria debe continuar en su trayectoria de crecimiento, que debe acelerarse con importantes inversiones en capital social. El esfuerzo de contrainsurgencia en curso de la Fuerza Aérea Nigeriana y la Fuerza de Tarea Conjunta Multinacional debe complementarse con el diálogo y un proceso de construcción de la paz.

Asimismo, el país debe seguir trabajando en la promoción y aplicación de la ayuda humanitaria, el desarrollo y la paz.

Nigeria debe sacar provecho del trabajo realizado a nivel regional, iniciado por las Naciones Unidas y otras partes interesadas, para abordar las causas profundas de la inseguridad; así como reforzar las asociaciones público-privadas, la participación del sector privado y la cooperación Norte-Sur y Sur-Sur y la inversión de impacto.

Pasión, humildad y paciencia

Al revisar mi mandato de cinco años en Nigeria, siento que fue un periodo complejo, desafiante e interesante al servicio de la gente en este país, que he llevado a cabo con pasión, humildad y paciencia.

De cara al futuro, quiero animar al gobierno de Nigeria a que adopte un enfoque que englobe a todos los gobernantes y a toda la sociedad, como la mejor vía para superar los obstáculos recurrentes en materia de seguridad que encara actualmente el país.

El año 2030 está a la vuelta de la esquina, por lo que es imperativo acelerar las inversiones para implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y construir un futuro sustentable que beneficie a todos los nigerianos.

 

Coordinador residente

  • El coordinador residente es el representante de más alto rango del sistema de desarrollo de la ONU en un país.
  • Noticias ONU los ha invitado a escribir artículos sobre temas importantes para las Naciones Unidas y el país donde sirven.

 

 

 

 

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