Inicio Análisis político Editoriales La nueva presidencia de México …

La nueva presidencia de México …

1155

La nueva presidencia …

Luego de una docena de años gobernados por la derecha, y de pasar por múltiples pruebas, México llega al punto de partida de una nueva era, de una nueva presidencia …

I.- A diferencia del principio de siglo pasado, México propicia su propio cambio de gobierno sin una guerra civil. Entrado el año 2000, los mexicanos optamos por la alternancia, inconformes con la “dictadura perfecta”, que enriqueció a pocos y empobreció a muchos. La apuesta hacia un país sin pobreza, al menos sin corrupción que la acentuara, fue detonante para “sacar al PRI de los Pinos” y con ello, supuestamente, empezar a sanear las finanzas públicas, depurar las instituciones, establecer un código de ética política, privilegiar el acuerdo político, emprender una revolución “moral” impulsado desde la ciudadanía, transparentar las cuentas públicas, evitar el derroche de los recursos públicos, darle certeza jurídica a la inversión privada, procurar seguridad pública de alto nivel, garantizar los derechos humanos, reconocer e insertar a los grupos vulnerables de la sociedad y sobre todo, garantizar que el bienestar alcanzaría a todos los mexicanos reduciendo la pobreza, combatiendo decididamente la corrupción, la impunidad y el tráfico de influencias. Pero nada de eso alcanzó a ser realidad en los hechos. La alternancia llegó sola, y la democracia jugó un papel limitado, solo para ser enunciativa en los discursos electorales y en la demagogia oficial para manipular los hechos y legitimar momentos de argucia burocrática.

 

II.- Con la alternancia no se acabó la corrupción, ni la impunidad, ni el tráfico de influencias. Por el contrario, las cárceles se llenaron de toda clase de “delincuentes”, incluyendo inocentes; la PGR se debilitó por severos cuestionamientos de incompetencia, la Secretaría de Seguridad Pública jamás recibió la confianza ciudadana, el tráfico de drogas agudizó la crisis de seguridad nacional y la estrategia del combate a la delincuencia del presidente Felipe Calderón del 2006 al 2012, deja un saldo de 83 mil muertos sin que los mexicanos tengan la certeza de que sea verdad eso de que “el gobierno va ganando la guerra contra ella”. Aunado a esto, la pobreza nacional se agudizó y pasó de 12 a 54 millones de pobres; la deuda pública interna es de 5 billones, 530 mil, 650 millones de pesos (último corte 2010 y se estima que para el cierre de año llegue a 6 billones de pesos).

 

III.- La pobreza alimentaria en México alcanza niveles de urgencia nacional. La crisis alimentaria que originó el aumento en productos básicos como la tortilla, el aceite, el huevo, y de la canasta básica, fueron de la mano con el incremento de la gasolina, el gas butano, la luz eléctrica, etc, que sumió a millones de mexicanos en una gran preocupación familiar. Y es que el ingreso familiar está distribuido de manera inequitativa. El salario mínimo aumenta a razón de un dígito y el costo de los productos arriba de 2 hasta 6 dígitos.

 

 

Nivel     Ingreso Mínimo               Ingreso Máximo

A/B        85,000.00+

C+          35,000.00            84,999.00

C             11,600.00            34,999.00

D+          6,800.00               11,599.00

D             2,700.00               6,799.00

E             0.00                     2,699.00

 

IV.- Con la alternancia en el año 2000, se llegó a pensar que el sindicalismo “charro” y el represivo habría llegado a su fin, sin embargo, tremenda sorpresa se llevó la sociedad mexicana al enterarse que tanto el presidente Vicente Fox y Felipe Calderón echaron mano de ellos para ganar y luego “legitimar” su presidencia. El caso más significativo es el de la Mtra. Elba Esther Gordillo Morales, a quien Fox le debe el haber tenido un sistema de información electoral precisa y oportuna durante su campaña y en la jornada electoral allá por el año 2000. Felipe Calderón de plano negoció con ella el Plan Oficial Educativo Nacional. Así, de plano, la neta, el PAN no pudo darle a los mexicanos la satisfacción de “liberar” la educación de manos de la líder más poderosa de América Latina, que como se ve, también llega al filo del inicio de una nueva era, en una posición sólida y de mucho poder político. La hegemonía de los liderazgos sindicales en México, no sufrió ni un rasguño, inclusive fueron “premiados” y protegidos, como el caso de Romero Deschamps, líder del sindicato de Pemex acusado de ser responsable del famoso “Pemexgate”, caso de financiamiento ilegal a la campaña de Francisco Labastida Ochoa. En México no pasó nada positivo, a pesar de la derecha.

 

V.- En el 2006 quedó claro que la derecha también sabe hacer “fraudes electorales” para de inmediato legitimarlos. O al menos eso es lo que señalaron más de 14 millones de mexicanos que votaron por Andrés Manuel López Obrador en la elección presidencial, y que volvería a repetirlo el pasado 1 de julio del 2012, solo que con una desventaja de más de 3 millones de votos. En el 2006, la “legitimación” de la presidencia tricolor de 1988 se repetía en la figura blanquiazul, la de la derecha. Y es que en aquella ocasión, 1988, el entonces líder de Acción Juvenil del PAN Felipe Calderón Hinojosa, fue testigo y vigoroso protagonista del acuerdo entre Carlos Salinas de Gortari con la “plana mayor” del PAN: Luis H. Alvarez, Carlos Castillo Peraza, Diego Fernández de Cevallos, Manuel J. Clouthier; otros testigos distinguidos fueron: Manuel Camacho Solis, Manlio Fabio Beltrones, Manuel Bartlett Díaz y Fernando Gutiérrez Barrios. La historia contemporánea registra que Felipe Calderón, el presidente de México, necesitó del PRI para llegar a la tribuna del Congreso de la Unión y rendir protesta como presidente de los Estados Unidos Mexicanos. La realidad nos demuestra que México no cambió en nada a pesar de la alternancia, tampoco en lo que a democracia electiva se refiere.

 

VI.- El mundo nos mira con expectativa, incluso con algo de admiración, porque a pesar de tener al país a punto de un “estallido social” mantenemos la estabilidad política, la paz social y la certeza jurídica a un nivel, que mínimo, es suficiente para salir adelante y mantener la esperanza de un cambio real y verdadero.

 

VII.- México vuelve a renovar su esperanza. Ahora de la mano de un nuevo presidente, uno que llega legitimado desde las urnas por el voto mayoritario. De hecho, poco importa si existe un segmento de población que asegura que “compró la presidencia”, porque aunque el sospechosismo nos alcanza, los mexicanos no aceptamos que nos califiquen de “acarreados” o débiles mentales. El voto es libre y secreto, eso es una verdad incuestionable. Y allí radica la legitimidad de Enrique Peña Nieto. Su victoria electoral pues, es legal, legítima y real.

 

VIII.- El regreso del PRI a los Pinos por lo que se ve, es una cosa seria, que fue planeada con cálculo matemático, en el marco de una evolución política marcada como urgente para preservar el sistema político que dígase lo que se diga, es la verdad absoluta que rige a nuestra nación.

 

IX.- El Lic. Enrique Peña Nieto será pues, el primer presidente surgido del PRI en este milenio. Y bajo su mando, habrá de echar mano de verdaderos generales, hombres y mujeres sabios de la política, que sepan controlar sus instintos corruptos para ponderar las virtudes que el sistema necesita para dar resultados tangibles, contundentes, suficientes para sacar a México del atraso social en el que vive.

 

X.- México no debe ser más motivo de experimentos, ni de ocurrencias. México debe ser de ahora en adelante, el resultado de políticas efectivas que dinamicen el campo, la industria, la economía, para que el bienestar se refleje en los bolsillos de todos y cada uno de los mexicanos. México debe ser de ahora en adelante, el resultado de decisiones que desde el poder, tranquilicen a los mercados, pacifiquen las Ciudades, garanticen los derechos humanos y promuevan la integración de los grupos vulnerables a una plena vida de calidad. México debe ser de ahora en adelante, la nación que en materia educativa sea ejemplo en América Latina, líder en combate a la corrupción, líder en actitud política, líder en acciones que reduzcan la brecha entre la opulencia de pocos y la pobreza de muchos, líder en la armonización de una sociedad confrontada por la sin razón, líder en la construcción de acuerdos entre las fuerzas activas del país que redunden en la generación de más empleo, más y mejor impartición de la justicia, más y mejor marco legal, más y mejor servicio institucional, más y mejor atención a los problemas educativos … México debe ser la responsabilidad de todos, teniendo en cuenta que la clase política gobernante no existe más para servirse de la nación, sino servir a la nación, y de no cumplirse ésta máxima exigencia cívica, que el pueblo y la historia se lo demande …