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La petrolera japonesa ENEOS anuncia su salida de proyecto de gas en Birmania

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Bangkok, 2 may (EFE).- La petrolera japonesa ENEOS anunció este lunes su salida de un proyecto de gas en el sur de Birmania por la situación social del país, días después de que sus socios de Tailandia y Malasia también abandonaran la misma explotación.

La compañía alegó en un comunicado que ha decidido retirarse del proyecto de Yetagun, del que controlaba el 19,3 % a través de su filial Nippon Oil, al “tener en cuenta la situación actual del país, incluidas las cuestiones sociales, y la proyección económica basada en la evaluación técnica de los campos de gas de Yetagun”.

La salida de la empresa japonesa será efectiva una vez sea aprobada por el Gobierno birmano, remarca el comunicado.

El sábado, la petrolera estatal tailandesa PTTEP y la malasia Petronas, socias del proyecto de Yetagun, también anunciaron su retirada, lo que deja a la empresa estatal birmana como única compañía en la explotación.

Desde el golpe de Estado militar del 1 de febrero de 2021, que terminó con una década de incipiente democracia, compañías energéticas internacionales como Chevron, Total y Woodside han decidido abandonar Birmania por los abusos contra los derechos humanos cometidos por la junta golpista.

Varias ong han denunciado que los ingentes ingresos por la colaboración de las petroleras en las exportaciones de Birmania financian al régimen militar y las atrocidades que este comete contra su propio pueblo.

Más de 1.800 personas han muerto a raíz de la brutal represión ejercida por policías y soldados, que han llegado a disparar a matar contra manifestantes pacíficos y desarmados, conforme a los datos recabados por la ong Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) en Birmania.

AAPP también contabiliza 13.496 personas arrestadas desde la asonada, mientras que según el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el Ejército birmano ha cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad, incluidos detenciones arbitrarias, tortura, muerte de civiles, quema de aldeas y ejecuciones extrajudiciales.

Otras empresas como la cervecera japonesa Kirin, la multinacional British American Tobacco o la empresa noruega de telecomunicaciones Telenor ya rompieron lazos desde el sublevamiento militar con las empresas birmanas vinculadas al Ejército.