La mayor culpa del fracaso educativo en México es de los mismos profesores y de las autoridades gubernamentales. Estas últimas han demeritado la labor del docente, ya que la actividad de la enseñanza es una de las peor remuneradas pese a ser de las más importantes en el plano laboral, lo que implica ofertar una formación incompleta y por lo tanto los encargados de la educación en nuestro país se ven a la necesidad de pertenecer a un Sindicato. Y si hacemos un poco de memoria, históricamente el sindicalismo mexicano ha sido causante de los principales rezagos en el país, ya que de poco o nada sirven, puesto que no cumplen con el objeto del nacimiento, legalmente hablando, de los mismos, que es para defender los derechos de sus agremiados. Eso sí, para cobrar las cuotas sindicales para “gastos operativos y administrativos” son muy puntuales.
El Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación ha sido uno de los que más daño al desarrollo de la vida social y política en la historia de México puesto que sus dirigentes sólo se preocupan por tener una cuota de poder y así seguir teniendo acceso a recursos ilimitados.
A colación de este “secreto a voces”, en días recientes y con el impulso de Asociaciones Civiles mexicanas, se estrena en más de 200 salas de cine del país el documental denominado “¡De panzazo!”, que describe la situación educacional en México, los problemas sindicales y burocráticos que enrolan al sistema educativo en una caída estrepitosa al vacío. Cifras contundentes hablan de una deserción escolar escandalosa y la cruda realidad cuando se compara la educación mexicana con la impartida en otros países como Estados Unidos y Canadá. Lo días, semanas y meses sin clase en varias Entidades Federativas motivado por los profesores que se encuentran en un paro laboral y traen pleito comprado con algunas autoridades educativas haciéndoles un daño irreparable a nuestra niñez y juventud
Para que la educación en México salga de ese rezago generacional es preciso afrontar el problema por parte de los entes que participan en la actividad educacional en el país: autoridades, profesores, alumnos, padres de familia y sociedad en general. Ante esto, es de vital importancia que los profesores propicien una educación metodológica avanzada, valorativa y pedagogía que permita al alumno responder ante las situaciones de un mundo cambiante. Las autoridades deben distribuir un porcentaje importante de la partida presupuestal a las zonas que estén recibiendo los peores servicios educativos y que se ejerzan políticas públicas que trasciendan los períodos sexenales sin importar que ideología partidista se encuentre en el poder. Los padres de familia y sociedad en general juegan un papel muy importante en el rol de la educación y deben demandar un mejor servicio educacional a sus autoridades para el presente y futuro de nuestra infancia y juventud mexicana.
Con una educación completa, México crece en todo sentido: cultural, laboral, social e incluso en materia de seguridad pública, por eso es preciso que como gobernados exijamos a las autoridades encargadas de la Educación, tanto en el ámbito federal como en el estatal, que ejerzan con probidad sus funciones y propicien una impartición educacional que fomente los valores sociales perdidos por el alumnado, que el sindicalismo no se impunga, que ejerzan políticas públicas destinadas a combatir el rezago educativo y que devuelvan la honorabilidad perdida de los que tienen la encomienda de llevar la educación a las aulas, los profesores.
Lic. Rafael Rodríguez
Asesor Jurídico, Estudiante de la Maestría en
Derecho Constitucional y Docente