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Las nuevas compras de bonos del BCE no deberían obstaculizar la lucha contra la inflación

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MADRID, 22 jun (Reuters) – La herramienta del Banco Central Europeo para combatir el aumento de los rendimientos de la deuda pública en algunos países de la zona euro no debería interferir con el objetivo del banco de controlar la inflación, dijo el miércoles el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.

“Los instrumentos de fragmentación no deben interferir con el planteamiento general de la política monetaria, que debe estar centrado en la lucha contra la inflación”, dijo De Guindos en un evento financiero en España.

En una reunión de emergencia celebrada la semana pasada, el Banco Central Europeo decidió dirigir la reinversión de bonos para ayudar a las naciones de la orilla sur del bloque, y diseñar un nuevo instrumento para contener la divergencia en los costes de los préstamos.

De Guindos dijo que la puesta en marcha de un instrumento específico para evitar la fragmentación “permitirá a la política monetaria actuar con más fuerza para reducir la inflación hacia la senda definida por el BCE”, de un objetivo del 2% a medio plazo.

El BCE ha señalado futuras subidas de tipos para reducir la inflación, que el mes pasado alcanzó un récord del 8,1% en la zona euro.

En el mismo acto, la ministra española de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, dijo que ella y sus colegas ministros de la UE no discutieron la semana pasada las condiciones de una herramienta antifragmentación.

“No se ha hablado en esos términos” en la reciente reunión del Eurogrupo, dijo Calviño.

La ministra añadió que el compromiso del BCE ya se ha dejado sentir en los mercados, con los diferenciales entre el bono español y el alemán a 10 años en torno a los 110 puntos básicos, frente a los cerca de 140 puntos básicos antes del anuncio del BCE la semana pasada.

De Guindos dijo que una posible nueva herramienta debería ser diferente de los planes anteriores, como el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP), el programa ampliado de compras de activos (APP) o el programa de compras ilimitadas de deuda pública (OMT) establecido por el BCE después del verano de 2012.

“Estamos en un entorno muy diferente al que teníamos en el año 12, las primas de riesgo no son el absoluto equiparables”, añadió.

En el punto álgido de la crisis de la deuda soberana, en julio de 2012, la prima de riesgo de España superó los 600 puntos básicos.

“Hay circunstancias en las cuales como secuencia de las tensiones de mercado, los mercados sobrerreaccionan y se empiezan a producir incremento en las primas de riesgos que van más allá de lo que es razonable y se extienden al conjunto de los mercados”, añadió De Guindos.