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Lo que no hemos aprendido con el Covid-19 sobre el medio ambiente

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En estos días estamos a poco, según la realidad de cada uno de los países en su contexto y capacidad de respuesta a la emergencia sanitaria, regresando a la reactivación económica y con ello dejando a un lado el confinamiento para dar lugar nuevamente a la interacción social que fue restringida para evitar la propagación del Covid-19.

En los primeros momentos se afirmó que la descongestión de los lugares públicos, que eran puntos de encuentro por la actividad social o turística, darían a nuestro planeta un respiro ante el grave deterioro al medio ambiente. Ejemplo de ello, fue la limpieza de las aguas en la tradicional Venecia, donde inclusive se observaron la presencia de delfines en los canales de tan distinguida e histórica ciudad. Lo mismo en México y sus costas que se blanquearon ante la ausencia del hombre por el cierre de las playas.

Ahora que regresemos de manera paulatina ¿hemos aprendido la lección? Es decir ¿somos más conscientes de la importancia del medio ambiente, la protección del planeta y la atención al cambio climático?

Basta ver las noticias que encontramos en la red en los diferentes sitios tanto gubernamentales o de organismos de comunicación ambiental para hacernos una idea de lo poco que en realidad hemos avanzado en el tema del cuidado del ambiente.

¿Por qué no hemos sido capaces de comprometernos más a favor del planeta, el medio ambiente o nuestro hábitat?

La naturaleza es tan grande y variada tal y como nos la reseña el Proyecto Tierra en su sitio de internet que resulta difícil explicarnos a nosotros mismos, los porqués de la inatención a los temas ambientales.

De hecho, la emergencia sanitaria, ahora con la reactivación y normalización de la vida social, cultural, deportiva y entretenimiento, trae no solo la presencia del humano en la interacción entre sus pares y con el medio ambiente, sino también la generación de un nuevo tipo de basura como los cubrebocas o mascarillas que junto con las caretas y el material utilizado en los hospitales representa un nuevo riesgo para el planeta.

Lamentablemente observamos que los niveles de contaminación regresan también a la normalidad y se complican por esa nueva basura del cual no parece que hay un tratamiento oficial con políticas públicas o lineamientos de acciones afirmativas que conduzcan a la concientización social del problema ambiental, de conservar y consolidar el avance que se tuvo al inicio de la pandemia y del confinamiento.

Supuestamente esta pandemia nos debió enseñar la importancia del cuidado individual para contar con la capacidad de cuidar de los demás, especialmente de nuestros seres queridos. Es parte de una responsabilidad que emerge de uno mismo hacia los demás.

Esa idea debería permear en todos los ámbitos de nuestra existencia, inclusive el que nos atañe en esta reflexión sobre el medio ambiente.

Al final, todos y cada uno de nosotros habitamos este planeta y si no empezamos nosotros con compromiso a cuidarlo, las posibilidades de sobrevivencia de nuestra especie queda comprometida.