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Los precios subieron un 2,1 % en mayo en Japón exacerbados por la energía

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Tokio, 24 jun (EFE).- Los precios de consumo subieron un 2,1 % interanual en Japón en mayo, por encima de la meta inflacionaria del Banco de Japón (BoJ) por segundo mes consecutivo, impulsados nuevamente por el acentuado encarecimiento de la energía.

El índice de precios de consumo (IPC) japonés, que excluye los precios de los alimentos por su alta volatilidad, se incrementó por noveno mes seguido y sin signos aparentes de una próxima reducción en el actual contexto de debilidad del yen, que sigue inflando los costes en un país muy dependiente de las importaciones.

Esta subida se produce tras un alza idéntica del 2,1 % interanual en abril, la mayor subida desde marzo de 2015, cuando sumó un 2,2 %, en un momento en el que los precios todavía estaban acomodándose a la primera subida del impuesto sobre el valor añadido (IVA) en el país en 17 años, que pasó del 5 al 8 % en abril de 2014.

El indicador, que excluye los precios de los alimentos por su alta volatilidad, aumentó un 0,2 % con respecto a abril, según los datos publicados hoy viernes por el Ministerio del Interior.

LA ENERGÍA, DISPARADA

La subida de los precios energéticos, del 17,1 % interanual en el quinto mes de 2022, fue el factor que más contribuyó al incremento del IPC; mientras que el coste de la electricidad, el gas y otros combustibles subió un 14,4 %.

En concreto, el precio de la electricidad subió el mes pasado un 18,6 %, el del gas un 17 % y el de otros carburantes, entre los que se incluye la gasolina, un 25,1 %.

La subida se debe principalmente a la situación en Ucrania, “que ha causado alzas de precios energéticos como los de la electricidad y la gasolina, además de la alimentación”, dijo en una rueda de prensa tras la publicación de los datos el viceportavoz del Gobierno Seiji Kihara.

Si se tiene en cuenta el coste de los alimentos, el IPC japonés aumentó un 2,5 % en mayo, la misma cifra que un mes antes.

Kihara destacó la importancia de vigilar la evolución de los precios “ante el posible riesgo de una contracción económica, dado que esto empeora la mentalidad (de consumo), el potencial de compra de los individuos y las actividades empresariales”.

INMOVILISMO DEL BOJ

Pese a que en los últimos dos meses la inflación se ha situado por encima del objetivo del 2 % del Banco de Japón (BoJ), la entidad crediticia se muestra reticente a modificar su política monetaria y dejar atrás el tipo de interés de referencia negativo que mantiene, alegando que la inflación impulsada por los costes será transitoria.

El BoJ considera que la subida de precios actual es producto de la coyuntura geopolítica y no de los factores deseados, por lo que continuará de forma indefinida con sus tipos ultrabajos y con otras medidas de estímulo que viene aplicando desde hace casi una década.

La guerra ruso-ucraniana ha provocado un encarecimiento de las importaciones de energía y otros materiales, y la pandemia de covid-19 sigue causando estragos en las cadenas de suministro.

En este contexto, la entidad nipona considera que la subida de precios actual no va acompañada por ahora de los deseados aumentos salariales a nivel nacional que puedan sustentar la demanda interna, todavía frágil.

El distanciamiento entre la estrategia del BoJ y entidades similares de otras potencias, entre ellas el Banco Central Europeo y la Reserva Federal estadounidense, que han anunciado subidas de tipos para intentar controlar la inflación, ha conllevado una fuerte devaluación del yen que está lastrando las importaciones y las finanzas del país.

El Gobierno ha expresado su preocupación por los efectos negativos de esta tendencia de la divisa nacional y aunque el BoJ comparte su inquietud, insiste en que no ajustará su política con el único objetivo de estabilizar el yen.