Inicio Noticias Internacional Más desconfiado, Maduro busca fortalecer a los paramilitares chavistas

Más desconfiado, Maduro busca fortalecer a los paramilitares chavistas

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CARACAS.- Nicolás Maduro sabe que la batalla del poder se juega hoy en los cuarteles. La connivencia con el generalato le garantiza el control actual, pero las dudas en torno a oficiales y tropa no han remitido. Por el contrario, crecen. De ahí su presencia constante en unidades militares de todo tipo (artillería, anfibias, de asalto) durante la semana pasada.

El líder revolucionario aprovechó su discurso de anteayer en la Avenida Bolívar para avanzar con su nuevo plan: llamó a dos millones de milicianos a que se inscriban para hacer el servicio militar y pasar a formar parte así de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). También quiere cubrir centenares de deserciones de la Guardia Nacional Bolivariana con los mismos milicianos, temeroso acerca de su lealtad desde que 27 de ellos se sublevaron el 21 del mes pasado en el cuartel de Cotiza.

“Ordené incorporar a los milicianos y milicianas como oficiales y soldados activos de nuestra gloriosa FANB. ¡Si queremos paz, preparémonos para defenderla!”, clamó el jefe de Estado.

Los milicianos son civiles armados por el gobierno que vienen de sus bases: afiliados al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), consejos comunales y las Unidades de Batalla Bolívar Chávez, sin preparación y que reciben un salario mínimo. El chavismo los utiliza en tareas de orden público, como vigilar hospitales, supermercados y el Cuartel de la Montaña, donde descansan los restos de Hugo Chávez .

Se trata en definitiva de una especie de policía amateur, aunque su presencia física no sea muy profesional. Los entrenamientos que realizan de forma esporádica provocan el estupor entre el resto de la población. Las redes sociales se llenan de esos videos, que rozan lo humorístico.

Otra de sus funciones es engordar las marchas oficialistas, como sucedió anteayer en Caracas, donde sus uniformes destacaban mezclados entre las camisas rojas.

La cifra de dos millones, que el gobierno ha instalado en las últimas semanas en sus discursos, no es real, según los expertos.

“Este llamado presidencial revela muchas cosas. La primera es que está mermando aceleradamente el pie de fuerza militar por deserciones y bajas. Los jóvenes no atendieron el llamado previo a inscribirse en el ejército, pues no parece fuente de orgullo ingresar a la FANB y no resuelve tampoco sus necesidades económicas”, sostiene Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadano para la Fuerza Armada.

Las deserciones hicieron mella durante los últimos meses. Al menos 4000 uniformados abandonaron los cuarteles, algunos para marcharse fuera del país y otros para ganarse la vida en otros lados, incluso las minas de oro del oriente.

“También están encontrando resistencias a las órdenes de reprimir y esperan reforzarla con el personal de la milicia inscripto en el PSUV”, añade San Miguel.

Las masivas marchas opositoras de anteayer por todo el país, que contrastaron con la menguada oficialista de Caracas, así lo confirmaron. No hubo represión por ningún lado. ¿Resultado? Ni violencia ni disturbios. Incluso en Barquisimeto una unidad de la Policía Nacional se retiró sin reprimir cuando hacia ellos avanzaban miles de personas de forma pacífica.

La invocación a sus milicias llegó solo unas horas después de que el primer general se rebeló contra Maduro. El general de división Francisco Yánez, director de Planificación Estratégica del Alto Mando Militar de la Aviación, abandonó el país horas antes de exhortar a sus compañeros para que sigan sus pasos. “El 90% de la Fuerza Armada no está con el dictador, está con el pueblo de Venezuela (…). A mis compañeros de armas les pido que no repriman más”, afirmó Yánez desde Colombia. Este alto oficial se encargaba de la importación y la distribución del trigo. Los rubros alimentarios y de productos básicos están en manos de generales por orden de Maduro.

Horas más tarde se sumó el mayor general Jorge Oropeza, que fungió como comandante general de la aviación chavista durante cuatro años. Es primo de María Isabel Rodríguez, exesposa de Chávez. El embajador en Irak también se ha puesto a las órdenes de Juan Guaidó .

“No queremos un nuevo Vietnam”, subrayó, sin embargo, el jefe de los bolivarianos, que el viernes fue amenazado por Estados Unidos con encarcelarlo en la base de Guantánamo si no abandona el poder cuanto antes.

El “hijo de Chávez” también contestó al ultimátum de Europa de forma muy bolivariana: anunciando la disolución del Parlamento, controlado por la oposición, a través de la convocatoria de elecciones legislativas. “¿Quieren elecciones, quieren adelanto de elecciones? Vamos a elecciones parlamentarias pues”, se pavoneó ante su gente.

Maduro rechaza de esta manera las pretensiones europeas de convocar a unos comicios presidenciales. Según las encuestas, perdería por 60% ante Guaidó.

Fuente: Yahoo noticias