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Mejora Continua y la Competitividad, una oportunidad de cambio.

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Estimados lectores, siguiendo con los temas de Mejora Continua que me apasionan, podemos hablar hoy sobre su relación con la Competitividad, un concepto que ha sido utilizado en diversas formas y para diversos fines, económicos principalmente.

Según Jamal Haidar, profesor de Harvard quien en una definición moderna de la competitividad [de calidad y de precios] la signa como la capacidad de generar la mayor satisfacción de los consumidores fijando un precio o la capacidad de poder ofrecer un menor precio fijada una cierta calidad. Concebida de esta manera se asume que las empresas más competitivas podrán ganar mayor cuota de mercado a expensas de empresas menos competitivas, si no existen deficiencias de mercado que lo impidan.

De acuerdo con la anterior definición surgen algunas interrogantes: ¿Los empresarios mexicanos están orientados a buscar la satisfacción de los consumidores?, ¿Saben en qué consiste esta relación precio-calidad?, ¿Están conscientes de lo que implica la búsqueda de la calidad? ¿Y nuestros colaboradores?

Les aseguro que en el 80% o más de los casos las respuestas serían NO, pues normalmente sólo los empresarios que luchan con entereza para hacer que sus negocios sean más rentables y productivos (competitivos) buscan incansablemente la mejora continua de sus procesos, instalaciones y personal.

En efecto, un empresario con consciencia de lo anterior, tiene en la mejora continua un aliado para entender en primera instancia, que no hay otro camino para crecer que tener claro cuáles son nuestros errores y actuar en consecuencia. Pero para lograr eso, el primer paso es medir. Resultados, metas, indicadores, todo aquello que nos permita conocer cómo nos estamos desempeñando, las máquinas, las personas y los procesos. Saber si las cosas se están haciendo de la mejor forma posible o hay otra mejor?

Pues bien, por otro lado podríamos distinguir dos tipos de competitividad:Competitividad Interna: que es la capacidad de una organización para lograr la mayor eficiencia posible de sus recursos y aumentar la productividad de los factores (trabajadores, capital y tierra principalmente) en la que la empresa trata de mejorar con respecto a sí misma; yCompetitividad Externa: como la capacidad de una organización de lograr ventajas competitivas en el contexto del mercado. Para ello se evalúan factores externos como la innovación, la situación de la industria (5 fuerzas de Porter), la estabilidad económica, etc. Es decir que las organizaciones deben luchar por mantener su competitividad presente y futura. Esto se estudia en gran medida en el entorno del marketing global.

Ahora bien si hablamos de Competitividad Laboral como “la capacidad de una persona u organización para desarrollar ventajas competitivas con respecto a sus competidores y obtener así, una posición destacada en su entorno”; viene a la mente otra reflexión: ¿Será que los empleados mexicanos entiendan que tienen que ser más competitivos?. Pues si bien se sabe que en estudios de la OCDE, México es uno de los países en los que “más se trabaja” –en cuanto a jornada laboral de 40 horas- también se nos señala como los menos productivos en esta jornada de “trabajo” púes solamente 2.5 de esas 8 horas al día se utilizan realmente en hacer cosas o atender asuntos de trabajo.

¿Y el resto?, ¡Ah claro!, de entrada se llega 5, 10, 20, 30 o 45 minutos tarde; se platica ampliamente lo acontecido en el día o noche anterior, de los chismes de más trascendencia en la oficina y claro, el infaltable desayuno, lo que ya nos mermó dos horas por lo menos.

Si bien nos va a las 10 am (suponiendo que entramos a las 8) empezamos a laborar. Pero entonces, empiezan los distractores: la silla incómoda, el aire acondicionado que me pega directo o no, el Whatsup, el Instagram y el Facebook, que de 10 a 12 im ya me quitaron otra hora por lo menos.

Y ya cuando se vuelven a atender los asuntos de la oficina, no falta el colaborador que no tiene nada que hacer y empieza a contar chistes, escuchar música a alto volumen o a distraer a medio mundo. Cuando nos damos cuenta ya son la 1 pm y hace hambre otra vez, hay que ir a buscar que comer y a esperar que llegue la hora de salida.

En verdad que hay mucho que cambiar, no sólo los empresarios sino cada uno de nosotros que nos esforcemos en por lo menos elevar esas 2.5 horas a 4 para que nuestro entorno laboral sea más productivo. Claro esto implica un compromiso personal con uno mismo para ser mejor y tener la automotivación necesaria para mantenernos en hábitos positivos.

Aprovechando estas fechas patrias, hagamos el esfuerzo y compromiso con México, Yucatán y sobre todo con uno mismo para ser más competitivos!, y nosotros… nos leemos luego!