Mientras el PRI corre a su militancia, el PAN reconoce su valía.
- Conjugación error – acierto. Se conjugó el error del tonto con el acierto del inteligente.
Hace apenas unos día el presidente del PRI en Yucatán, Francisco Torres Rivas, “Pumba”, dijo “que las puertas del partido están abiertas para los que quieran irse, ya que eso no significa que se esté hundiendo, sino que por el contrario, al partido vendrán 100 o 200”. Pues bien, el día de ayer, el gobierno del estado, de extracción panista, nombró a la distinguida priísta, Maricarmen Ordaz Martínez, como subsecretaria de infraestructura social de la Sedesol en la entidad.
La ex diputada federal priísta, es una mujer con talento y convicción de servicio, que no encontró el reconocimiento que su trayectoria dentro del PRI le merece. Torres Rivas no comprende que el priísmo merece respeto y un mínimo de reconocimiento. Son años de militancia enarbolando los principios de un partido que en sus mejores épocas, representó las más amplias expectativas de los yucatecos.
El PAN por su parte, abre sus puertas para todos los priístas que desean consolidar un gobierno plural, al servicio de la gente. Que puede tener errores, como todos los gobiernos, pero que no ha dejado de impulsar el desarrollo emprendiendo acciones para hacer frente a una crisis económica, de salud y de seguridad, generados por la pandemia que apremia a todo el país.
Habla bien de Mauricio Vila, el que su gobierno se muestre plural, pues no importa el color del partido, sino la capacidad y el compromiso de servir. De hecho, su gobierno está integrado por funcionarios que militan en diversos partidos políticos.
¡Qué paradoja!, mientras Francisco “Pumba” Torres desprecia a los militantes del PRI, éstos encuentran cobijo, aprecio y reconocimiento en las filas del PAN.
De cara al 2021, los priístas tienen en el PAN, una opción de seguir participando en la política, con opciones viables y grandes oportunidades de crecimiento. No hay necesidad que busquen otras opciones, si encuentran aprecio verdadero.
Priístas, no todo está perdido, ni es caos en el horizonte.
