y las dejó muy en claro enviando un mensaje directo a los incrédulos e impacientes revoltosos de la política local. Su famosa fórmula infalible se dejó escuchar en todo su esplendor “no se hagan bolas … Ivonne Ortega es la gobernadora”. Y remató: “la seguridad en Yucatán no solo se siente, se ve”.
No fue casualidad, ni un viaje de placer; fue un objetivo de trabajo político, de esos que el ex presidente sabe que tiene que cumplirse para ir allanando el camino hacia el 2012. La tarea no era fácil, seguro que no, por eso la tuvo que realizar él mismo.
Ante la amenaza de que el “fuego amigo” arreciara con más fuerza, Salinas optó por terminar con este lío, armado desde las entrañas del PRI.
Y lo hizo de manera contundente, sin dejar cabos sueltos.
El mensaje, dicen los que saben de ello, fue para Emilio Gamboa y sus “empresarios”. Aunque también le tocó a la ex biblia.
Aseguran que el fuego amigo fue provocado por el hoy líder de la CNOP, pero también abrigan la esperanza de que con este “llamado a la unidad” del Don, todo volverá a la normalidad, y la paz se volverá a dar entre las familias del poder tricolor.
“¿Cómo fue que llegaron las cosas hasta este punto?, nadie lo sabe, me refiero a los mortales, pero era claro que la arremetida de los empresarios esos, estaban tirando a la cabeza de Ivonne Ortega con toda la intención de forzar un interinato.
¿Para beneficiar a quien?, nadie sabe a ciencia cierta, solo especulaciones. Pero lo cierto es que hubo zozobra, misma que incluso ponía en peligro la seguridad de Yucatán.
¿Y ahora que sigue?, lo que sigue es la consolidación del diálogo. Esa que ofreció Ivonne Ortega con toda la intención de hacer posible la construcción de una relación gobierno – empresarios que le permita a Yucatán ser próspero.
El problema ahora lo tienen los que se frotaron las manos y aseguraron “ya chingamos”.
La ex biblia no podrá, al menos por un rato muy frustrante, seguir abanicando el “fuego amigo”. Y nadie dentro del tricolor podrá decir que Ivonne Ortega está sola, triste y abandonada.
¿Qué cómo está Ivonne Ortega?, nomás imagine usted amigo político cómo estaría en su lugar. Lo mínimo, tranquilo y calmado.
En medio de tanto ajetreo y balazos políticos a mansalva, se vieron a muchos traidores. Ivonne Ortega pudo divisar muy bien el panorama. Los traidores, llevan hoy la letra escarlata que los distingue entre todos los demás.
Carlos Salinas no solo apagó el fuego, sino que liberó los caminos del diálogo. Con toda la sapiencia del mundo, el hombre fuerte de la política nacional desató los nudos que complicaban todo.
La clase política local está cimbrada, nunca será cosa menor la mano de Salinas.
Más de uno, pasa hoy momentos de angustia y desesperación. Se fueron de bruces, hablaron de más, la dieron por muerta, la insultaron, la denigraron, la descalificaron, la hicieron pedazos, en cada rincón donde se pudiera y donde hubiera eco. En los cafés, en las plazas públicas, en las redes sociales, en la banca principal del tal Vittorio y hasta en la primera calumnia se dio el grito por un interinato como culminación de un acto inquisitorio de los saboteadores.
Nadie sabe lo que pasará mañana pero, es un hecho que hoy, el día se presenta diferente, salió el sol, no hace tanto frío. La tormenta pasó y las flores del jardín volvieron a lucir su esplendor … Yucatán sigue siendo libre, seguro y digno para los yucatecos.
