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ONU juzga poco ambiciosa lucha contra pobreza y degradación ambiental

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Naciones Unidas, 9 Jul (Notimex).- La lucha contra la pobreza y la degradación medioambiental es poco ambiciosa, dijo hoy el titular de Naciones Unidas (ONU), António Gutérres, quien advirtió que los avances son demasiado lentos y muchas personas y países vulnerables se están quedando marginadas.

Pese a la riqueza de las acciones desplegadas para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las personas más vulnerables continúan siendo las que más sufren, añadió.

El organismo expuso en su página web las seis conclusiones más importantes del último informe sobre el estado actual de la Agenda 2030.

La respuesta mundial para erradicar la pobreza y proteger el medio ambiente plasmada, en la Agenda 2030, “no es suficientemente ambiciosa”, asegura Gutérres en su informe anual sobre el estado del cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo sostenible, presentado este martes.

Cuatro años después de su adopción, el reporte señala que el plan aprobado por los líderes mundiales para crear un planeta más justo y saludable presenta avances en algunas áreas.

Entre éstos destacan la reducción de la pobreza extrema, la inmunización generalizada, la disminución de las tasas de mortalidad infantil y el aumento del acceso de las personas a electricidad, pero advierte que esos avances son demasiado lentos y muchas personas y países vulnerables se están quedando marginadas.

Además, se está perdiendo la carrera contra el reloj en la contención del cambio climático que pone en peligro cualquier logro.

Se necesita una respuesta mucho más profunda, más rápida y más ambiciosa.

“Es bastante claro que se necesita una respuesta mucho más profunda, más rápida y más ambiciosa para desencadenar la transformación social y económica necesaria para alcanzar nuestros objetivos para 2030”, declara Guterres.

El informe, que examina los avances o retrocesos de los 193 países que integran las Naciones Unidas, muestra una visión global.

Sin embargo, aunque muchas tendencias que se observan son comunes a todas las regiones, hay también diferencias significativas entre unas y otras.

Estas son las seis cosas que hay que saber sobre el estado del cumplimiento de algunos de los Objetivos clave.

Guterres describe un panorama sombrío para frenar la “amenaza existencial” que enfrenta la humanidad. Con el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, el calentamiento global está avanzando a un ritmo más rápido que el anticipado y “sus efectos son claramente percibidos a lo largo y ancho del mundo”.

La meta recogida en la Agenda 2030 acordada por los líderes mundiales es mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados y mejor si es en 1,5ºC.

El aumento promedio mundial es ya de 1ºC por encima de los niveles preindustriales, pero si no se hace lo suficiente, la temperatura continuará creciendo de forma insostenible y puede exceder los 3ºC a finales de siglo.

Si bien hay pasos positivos en relación a los países que desarrollan planes de amortiguación y mitigación, así como al aumento en la cantidad de dinero disponible para financiarlos, Gutérres dijo que se necesitan planes “mucho más ambiciosos con medidas más inmediatas”.

La pobreza extrema, una condición caracterizada por la privación severa de las necesidades humanas básicas, continúa bajando, pero esa disminución se ha desacelerado de tal manera que el mundo no está en camino de alcanzar la meta de reducir para 2030 a menos del 3% el número de personas en esta situación.

Según las estimaciones actuales, es más probable que el porcentaje este alrededor del 6%, aproximadamente 420 millones de personas, una tendencia de “grave preocupación”, según el titular de la ONU.

Las guerras y los desastres naturales son una de las causas de esta desaceleración. En la región de Oriente Medio, la pobreza estaba por del bajo del 3%. Sin embargo, el conflicto en Siria y en Yemen han elevado la pobreza en la región y han dejado a muchas personas con hambre y sin hogar. También han repuntado en América Latina.

En términos históricos, hay razones para el optimismo. La proporción de población en el mundo que vive en la miseria ha bajado hasta el 10% en 2015, frente al 16% en 2010 y el 36% en 1990. Hay que recordar que el derecho a un nivel de vida adecuado es un derecho humano.

Alerta de igual forma que el hambre en el mundo está lamentablemente al alza de nuevo. Se calcula que 821 millones de personas estaban desnutridas en 2017, frente a los 784 millones que sufrían esa condición en 2015. Es decir, una de cada nueve personas carece de alimentos suficientes para comer.

A esto se añade que persiste como el continente con la mayor prevalencia de desnutrición, con unos 256 millones de personas afectadas o un quinto de la población global del planeta.

La inversión pública en la agricultura está en declive, una tendencia mundial. Gutérres ha declarado que esta tendencia debe revertirse: “Los productores de alimentos a peqieña escala y las familias campesinas necesitan con urgencia mucho más apoyo y una inversión en infrastructura y tecnología para crear una agricultura sostenible”.

El mundo en desarrollo se encuentra afectado de manera severa por esta ausencia de inversión. La cuota de participación de los productores de alimentos a pequeña escala en los países de África, Asia y América Latina varía entre el 40% y el 85% frente al 10% por ejemplo en Europa.