QUITO, 8 dic (Reuters) – El operador del oleoducto privado de Ecuador dijo el miércoles que suspendió el bombeo de crudo como precaución ante un nuevo avance de la erosión regresiva en la región amazónica, aunque indicó que la medida no afectará a las exportaciones del país.
La suspensión es la más reciente de una serie de paros provocados por la erosión a lo largo del río Coca, en la región amazónica, que también afecta desde el año pasado al oleoducto estatal SOTE y la captación de agua para el proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair, la más grande de Ecuador.
La erosión regresiva ahora alcanzó la zona del río Piedra Fina, en la provincia amazónica de Napo, y puso en riesgo nuevamente a la infraestructura clave en la zona.
“OCP Ecuador inició el drenaje de crudo y ha suspendido el bombeo desde hoy a las 9h35 ante el avance del imprevisible fenómeno natural de la erosión regresiva en la zona de Piedra Fina, provincia del Napo, como medida preventiva”, dijo el operador privado en un comunicado.
“La paralización del bombeo no afectará a la exportación ni recepción normal del petróleo ecuatoriano”, añadió OCP Ecuador.
En el oleducto privado, que transporta unos 180.000 barriles diarios (bpd), se arrancó con la construcción de una nueva variante temporal de 300 metros de largo en parte de la tubería del OCP, que estará lista en unos 15 días.
A la fecha OCP Ecuador ha construido ocho variantes temporales y dos definitivas.
“La zona ha sido declarada de atención prioritaria para OCP Ecuador y ha movilizado de manera inmediata todos los recursos necesarios para atender la urgencia”, añadió.
La estatal Petroecuador dijo en un comunicado que su oleoducto SOTE opera con normalidad.
En abril del 2020, ambos oleoductos sufrieron una rotura de la tubería por el hundimiento de tierra en la misma zona, lo que llevó a Ecuador a declarar fuerza mayor sobre sus exportaciones y bajar sus niveles de producción.
El Ministerio de Obras Públicas del país dijo en su cuenta de Twitter que suspendió el paso vehicular de manera indefinida en una de las carreteras que conecta a Quito con la Amazonía, debido “al incremento de fisuras en la vía por efectos de la erosión regresiva en el río Coca”.
