Inicio Análisis político Alejandro López Munguía Oye político, ¿sabes dialogar?…una reflexión sobre nuestro México y su política.

Oye político, ¿sabes dialogar?…una reflexión sobre nuestro México y su política.

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La política, que es el arte de gobernar, esta podrida por dentro y no es efectiva porque no resuelve los graves problemas que presenta la población.

Las contiendas electorales se extienden más allá de los tiempos electorales, se introducen en los debates legislativos, en las acciones de gobierno y en las decisiones judiciales.

El Estado en su totalidad está “electorizado” prodigándose en asuntos mediáticos y dejando para tiempos inertes los de fondo estructural. Como bien dijera Enrique Vidales Ripoll (analista de Mi Punto de Vista… editorial) no es posible que el caso de las “nalgas” de una artista se resuelva más rápido que la masacre de jóvenes suscitada en Cd. Juarez. ¿Hasta dónde hemos llegado, que no es posible que nuestro sistema político funcione según indican las encuestas de empresas vampíras pegadas al erario?.

La democracia, nuestra democracia es un simulacro de vida política. Los políticos dicen acercarse, hacer audiencias públicas en todo el territorio nacional pero no pasa nada positivo con el pueblo. ¿Acaso hay un político que después de escuchar el testimonio de un campesino “jodido”, sin empleo y con graves carencias le resuelva sus problemas?, no, obviamente no, su respuesta “lo voy a gestionar”, “dame tus datos”, “yo te busco” son la evidencia de la falta de compromiso político que ostentan. Es la foto la que buscan, la simulación, la hipocresía, la falsedad la que los mueve y los motiva.

El sistema de gobierno no funciona porque todo está lleno de obstáculos, de trabas y de pleitos intestinos.

La radicalización partidista lesiona a México, no existe voluntad para dialogar.

A través de la democracia elegimos a nuestros gobernantes, pero ¿cómo le hacemos para que lo hagan bien una vez que están en los cargos?.

No importa de qué color sean, tricolores, blanquiazules, amarillos, verdes, rojos, destintados en fin; da lo mismo. No se ponen de acuerdo en nada.

Lo curioso es que como país nunca pasamos del “ya merito”. Hace más de 30 años que México no crece a una tasa del 7%. Recuerdo a un candidato presidencial panista, que luego reinó con su pareja, decir: “México tendrá conmigo un crecimiento a tasa del 7%”; similar al “no subirés los impuestos” del “hijo desobediente” que no gobierna actualmente.

Cuando arribó Vicente Fox al gobierno federal, el mundo entero volteó la mirada y la fijó sobre nosotros. Pero en poco tiempo, más pronto de lo que se esperaba el mundo le dio la espalda, asombrados por la inutilidad del “cambio” que llegó a México, y la corta visión de Estado que posicionó al país dentro de los más sumisos al Fondo Monetario Internacional y a George Bush. La política de Salinas de Gortari y de Ernesto Zedillo fue la misma que adoptó el presidente Fox y que mantiene el actual panista, es decir sacrifican el bienestar de los mexicanos a cambio de la aprobación de los gringos. Mucha macro economía y nulo desarrollo para los compatriotas mexicanos.

En el 2006, el PAN retiene el gobierno federal con la ayuda de los grupos de poder y el voto mayoritario de la gente que se espantó con el slogan “Amlo es un peligro para México”. El PRI con Madrazo simplemente fue basura.

El país que nos dejaron, el que tenemos, es uno quebrado en varias partes. Un país dividido por regiones, en donde gobernadores y empresarios reemplazaron los poderes no ejercidos por el ejecutivo federal.

El liderazgo es algo que el presidente de la república no ha podido ejercer.

Y no ha podido, no porque no quiera, sino porque no tiene las habilidades ni atributos personales para desatar el nudo político que lo tiene atado a un rincón de la oficina presidencial.

El partido más poderoso, el PRI, no tiene ningún interés de desatar al presidente. Al contrario, y más aún cuando en los errores presidenciales está fincada la ventaja política y electoral de cara al 2012.

El dialogo entre fuerzas políticas está roto.

Y sin diálogo, no hay esperanza para los mexicanos.

El hoy flamante gobernador del Banco de México ha planeado las finanzas públicas con los “pies”. Ha privilegiado la organización administrativa como prioritaria para la recaudación de los impuestos, y ha dejado para otros gobiernos la bandera de la justicia social, el crecimiento sostenido de la economía y el desarrollo integral del pueblo.

México necesita acuerdos, serios y reales acuerdos en materia estructural, porque el país requiere de una reforma estructural que le de un giro al rumbo del país. Empleo, salud, educación, tecnología, democracia son los grandes retos para México.

Y es a través de la Ley, o mejor dicho con la Ley en la mano como hemos de redefinir el rumbo nacional. Pero para ello hay que dialogar, ponerse de acuerdo de manera limpia sin intereses mezquino y de espaldas a la sociedad. He aquí el punto, y le pregunto, me pregunto:

Oye político, ¿sabes dialogar?…¿si?, entonces México tiene esperanza.

Yo tengo esperanza, esperanza de que la democracia funcione y deje de servir solo para enriquecer a grupos minoritarios de poder, perdón pero ¿cómo olvidar el caso de Cecilia Flores Argaez que al amparo del poder que le daba el cargo que ostentaba dentro del presente gobierno municipal de Mérida  en manos del PAN, creó una empresa a través de la cual se defraudó a muchas personas y se enriqueció a manos llenas?; y ¿cómo pasar por alto que algún funcionario del gobierno estatal priísta antes no tenía mucho y hoy tiene en abundancia desde ranchitos, comercios, autos de lujo, viajes, comidas, en fin?, y ¿cómo olvidar el fraude que sufrieron los campesinos que le entraron o mejor dicho fueron utilizados por el gobierno del Estado en tiempos de Patricio Patrón Laviada con el programa de la cría intensiva de borregos, o el tráfico de terrenos en Hunucma para la “construcción” de un nuevo aeropuerto?, o ¿cómo olvidar que el día de la elección del 16 de mayo del 2007, nos enteramos que el hermano menor del gobernador Patricio Patrón junto con el presidente municipal de Izamal pagaban con dinero en efectivo a votantes unas horas antes de la jornada electoral?…Sí, definitivamente a pesar de eso, tengo esperanza.

Y no tengo los ojos cerrados ante ningún suceso, soy sincero y lo digo, pero que no nos vengan con cuentos de que ahora por arte de magia, los políticos de antaño y los partidos con estructura corrupta bien conocida vienen a “MOVER LAS ALMAS”… el suelo está parejo, y nos conocemos bien. Hay quienes no saben mucho de la realidad ni de lo que les esconden. Hay quienes en solo 6 años en el poder superaron los 70 años de corrupción. Son modernos corruptos que mejoraron las formas de enriquecerse al amparo del poder y del erario.

Hagamos una cosa, hagamos diálogo, empecemos por reflexionar sobre nuestras carencias y debilidades que tenemos como sociedad, para posteriormente participar con ideas y propuestas, la crítica es válida, y es sano el debate, propiciémoslo y enseñemos a nuestros políticos a dialogar.

Todos los políticos tienen “jugada”, bueno solo los vetados por el sistema no la tienen ahora, pero en general, a nadie se le impide participar; por ejemplo yo vi en la fila de votación del pasado 7 de enero al ex presidente del PAN y ex presidente de la Gran Comisión en la ligislatura pasada Benito Rosel Isaac ejerciendo sus derechos a elegir, y ¿quién se acuerda de la camioneta amarilla adquirida fraudulentamente por el perredista Eduardo Sobrino al amparo de su amigocho Rosel Isaac?. Para todos hay oportunidad.

No existen las razones absolutas, existen los principios y las Leyes, existe el derecho, y existe la justicia, existe lo que unos llaman bien común y sobre todo, existe la voluntad de construir un país fundamentado en las ideas no en peroratas, ni demagogia barata.

México necesita que la política, su política, funcione para bien de los mexicanos. Y en el proceso del diálogo los políticos más corruptos se irán solitos.

Como siempre… es mi punto de vista.