¿Patriotas o Traidores a la Patria?.
La votación de la Reforma Eléctrica puso las cosas en su máximo nivel de polarización nacional, llegando a hablarse incluso de odio. La definición política se acentúa cada vez más y no hay medias tintas, o estás con López Obrador o estás en su contra. ¿Quién tiene la razón?, esa pregunta no tiene respuesta precisa porque ambos bandos tienen sólidos argumentos. Sin embargo, la opinión de la gente marca la pauta e inclina la balanza.
El bloque opositor conformado por el PRI, PAN, PRD, y MC aparentemente ganó la batalla al impedir que se aprobara la Reforma Eléctrica impulsada por el Presidente, pero, los legisladores no esperaban que el mote que les endilgaron de “Traidores a la Patria” fuera a hacerles un daño inconmensurable. De hecho, el mandatario se los advirtió, pero ellos lo menospreciaron. Lo tacharon de …
Fue un error de cálculo político. Uno más. Y lo peor es que mientras festejaban el triunfo por haber impedido que se aprobara la Reforma Eléctrica, AMLO les sembraba la Reforma a la Ley Minera, estatizando el Litio, elemento conocido por su gran valor en el mercado como el “petróleo blanco”.
Andrés Manuel López Obrador puso a sus detractores en la mira de los electores. Ese es el gran logro político del mandatario. Los 15 millones de mexicanos que salieron a votar por él en la Consulta de Revocación de Mandato entendieron la jugada y muy rápido hicieron viral el grito de “traidores a la patria”.
Lilly Téllez del PAN y ex de Morena, en el Senado de la República reclamó a su par, de Morena, Citlalli Hernández la campaña de odio que están promoviendo, obteniendo por respuesta que no es campaña de odio, sino solo la verdad. El resultado en las redes sociales es apabullante, a los panistas y aliados, se les conoce ya, como “Traidores a la Patria”.
Si el bloque opositor está integrado por puro “Traidor a la Patria”, ¿entonces los de Morena, PVEM, y PT que votaron a favor de la Reforma Eléctrica son “Patriotas”?. La respuesta genera otra gran polémica por su propia naturaleza.
Lo cierto es que México ya no tiene punto de retorno. López Obrador dirige un ejército dispuesto a ganarlo todo, incluso perdiendo, el hombre obtuvo ventaja. Una clara ventaja que inhibe a propios y extraños que lo ven con recelo. El Presidente ha logrado aislar a sus enemigos políticos, quedando él solo junto con sus partidarios en el centro de la arena política.
Dueño del presupuesto, de la operación política, con más gobernadores, con el apoyo de las organizaciones sindicales más poderosas del país, con el ejército, con un sólido grupo de Magistrados en el Poder Judicial, con mayoría en el Congreso, y hasta con el apoyo de los más poderosos empresarios del país, López Obrador domina el escenario y se erige como el gran “Patriota”.
Por su parte, el bloque opositor es tan vulnerable que ver a Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”, presidente del PRI, arengar desde la cámara de diputados poniéndole el pecho al asunto, fue lo más patético de la historia política del tricolor. ¿Con éste tipo de líderes pretende la oposición detener el avance de la 4ª transformación?, ¿con un líder que representa la corrupción de sexenios pasados?. Atender el llamado de Alito es como escuchar el clásico “¡síganme los corruptos!”, parafraseando al gran Chapulín Colorado con su memorable “¡síganme los buenos!”.
En el 2013, tras la aprobación de la Reforma Energética, Peña Nieto nos garantizó que bajaría la tarifa de la luz eléctrica, y que muchos otros beneficios más obtendríamos de ello. La verdad es que solo se beneficiaron las grandes empresas trasnacionales y los mexicanos continuamos sufriendo el deterioro de nuestra economía. Lo han sufrido más los que menos tienen.
La Reforma Eléctrica que impulsaba AMLO, prometía bajar el precio de las tarifas al fijar la producción de la luz de manos de la CFE en un 56%, dejando un margen del 46% a la Iniciativa Privada, así como el de garantizar que no habrían más concesiones a empresas privadas que se aprovecharan de la CFE.
Durante la pandemia, el pueblo de México no obtuvo ningún incentivo de las empresas que le venden energía a México. Por el contrario, si las familias no pagaban su consumo de luz se les cortaba el suministro. Por otra parte, ¿quién se beneficia con el subsidio de 490 mil millones de pesos que el gobierno otorga a esas empresas privadas?. Todo esto se acabaría de tajo con la Reforma que el bloque opositor impidió.
Patriotas o Traidores a la Patria, la sentencia solo la dará el pueblo de México. Y ésta empieza con las elecciones de junio del presente año. Si creyeron que a AMLO le cortaron los pies, se equivocaron, el hombre sigue avanzando.
