Existe un tema en suma interesante, que se relaciona de forma directa con una gran satisfacción personal y profesional, producto de años de esfuerzo “que no se ve, pero se siente”. Empezaré describiendo de manera sencilla para facilitar la lectura de toda la comunidad, ¿qué es el peritaje psicológico y en qué se enfoca la psicología forense? Ambos, son temas muy desconocidos en general, pues son más comunes el ejercicio clínico, educativo y/u organizacional de la Psicología como ciencia. La palabra forense, suele relacionarse con muertes y desastres, pero ello no es del todo exacto, ya que implica mucho más. Un psicólogo forense, es aquel que ha demostrado su pericia, es decir, conocimientos, habilidades, destreza, en un área específica. Solo un perito o experto dictaminador, puede emitir informes periciales. Las y los jueces, enfrentan de forma cotidiana diferentes temas que no son competentes a su ámbito de dominio, y por ende, requieren de apoyo experto para tomar decisiones más certeras en la impartición de justicia. Las y los psicólogos forenses, pueden realizar intervenciones en los ámbitos penal, civil, y también en materia de seguridad vial. Asuntos relacionados con el derecho de familia, derecho laboral o inclusive el derecho contencioso administrativo, son parte de este importante ejercicio profesional.
En materia familiar, los servicios del o la perito pueden incluir: guarda y custodia de menores, régimen de visitas y su seguimiento, adopción y tutela de menores, procesos de nulidad matrimonial, privación de la patria potestad, entre otros. En el ámbito del derecho laboral y del contencioso – administrativo, las acciones realizadas pueden incluir la detección y evaluación de: secuelas psicológicas de accidentes laborales, simulaciones, estrés laboral, acoso psicológico y/o moral, incapacidad psicológica laboral, problemas psicofisiológicos de acorde con la prevención de riesgos laborales, minusvalías no contributivas controvertidas. En el área penal, la labor puede implicar: valorar si en el momento de cometer un delito la persona acusada disponía de las capacidades cognitivas y volitivas (de voluntad), necesarias para entender las consecuencias de sus actos (imputabilidad), evaluar la validez del testimonio, evaluar trastornos psicopatológicos, agresiones sexuales, daño moral, secuelas psicológicas, entre otros. Las instancias encargadas por lo general de solicitar los servicios de peritaje psicológico son: los tribunales de justicia, las partes involucradas en el proceso judicial y cualquier persona que necesite los servicios de un psicólogo experto en psicología forense. No todos los psicólogos están capacitados para ejercer como peritos o expertos en el área forense, y quien quiera obtener dicha certificación, debe atravesar por un minucioso proceso de selección para tal efecto, que incluye entre otras cosas, la revisión de múltiples peritajes realizados con anterioridad, constancia de labores en materia por años, grados de estudio, investigaciones, conocimientos, habilidades, y ser evaluados precisamente en el área psicológica, para tras ello, determinarse vía un comité, si la o el candidato son o no aceptados y merecedores de su registro como peritos.
¿Qué incluye un peritaje psicológico? Esta es una pregunta interesante, que conlleva distintas fases y procesos. En primer lugar, se recibe una demanda para realizar un informe pericial, que puede provenir de las distintas instancias antes mencionadas para tal efecto. Tras analizar la información, se procede a definir la metodología que se seguirá, y se realiza un listado de las personas que se considera que deben participar. Posterior a ello, se decidirá qué tipo de evaluaciones psicológicas se utilizarán, y se generarán entrevistas con otros profesionales, pudiendo realizarse un trabajo interdisciplinario, por ejemplo, entre Psicología y Psiquiatría, de requerirse debido a la naturaleza del caso. Se informará a las y los participantes sobre el objetivo pericial de la exploración, la metodología a seguir, las entrevistas a familiares, amistades, maestros, médicos, que se realizarán para entender de forma más objetiva la situación, así como la diferencia que existe entre la realización de un informe pericial y la atención psicológica clínica tradicional. Se les pide que firmen un consentimiento informado para proceder. Una vez firmado el consentimiento, se agendan las sesiones de evaluación / exploración, que pueden tomar el formato de individuales, de pareja, o familiares, así como aquellas enfocadas en menores de edad. Tras la obtención de los resultados producto de la evaluación, se procede a la elaboración del informe pericial psicológico, que puede definirse como el instrumento escrito a través del cual se dan a conocer de forma científica y objetiva, los hallazgos y recomendaciones que se desprenden en forma de conclusiones, lo cual será de gran valor para complementar la información que servirá a la o el juez, para una mejor toma de decisión en materia judicial. La entrega del informe pericial, se realiza a los clientes y a sus representantes legales, para que le den uso en el procedimiento judicial. El informe debe contener la explicación detallada de todo el estudio realizado, la justificación y resultados de las pruebas administradas, así como las conclusiones y recomendaciones sobre los conflictos y problemas detectados incluso fuera del ámbito judicial. Por último, el o la perito en psicología, deben acudir a las comparecencias y audiencias judiciales correspondientes, es decir, a los juicios orales, en los cuales deberá ratificar su informe, confirmando que lo elaboró y que sigue manteniendo lo expresado en materia de resultados, recomendaciones y conclusiones.
Para finalizar, y en sintonía con lo antes expuesto, quiero compartir con todos una gran alegría, de la cual les comenté brevemente al inicio de este escrito. Me nombraron esta semana, Perito en Psicología. Pasé todos los procesos antes descritos, y la certificación llegó. Estoy feliz y agradecida con Dios, con mis papás José Luis Alvarez y Deysi Villajuana, mi familia, maestros de Licenciatura y Posgrado (y anteriores), clientes particulares de años, reconocidos despachos de abogados a los que he apoyado, a la Fiscalía General del Estado de Yucatán, quien fue la primera en abrirme las puertas profesionales en materia hace años, y al Dr. Marcos Celis, Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de Yucatán, quien tras ser aprobada por un estricto comité evaluador y pasar distintas fases con éxito como mencioné, firmó mi registro como Perito en Psicología, lo que significa en términos sencillos y como he explicado, que soy considerada experta en el área que reúne Psicología y Derecho (mi segunda Licenciatura, en curso), parte de la Psicología Forense. Mi objetivo profesional en materia, es el apoyo y asesoramiento a jueces, tribunales y afectados en el proceso judicial para su mejor resolución, ilustrando, asesorando y aportando los resultados de mis investigaciones al juez o tribunal. Gracias también al Dr. Hugo Marietán, reconocido psiquiatra argentino, por sus excelentes capacitaciones en el área de detección de psicopatía y ayuda a las parejas complementarias, al Dr. Manuel Ruiz, Subdirector de Salud Mental del Estado de Yucatán, por su motivación, consejos e invitación a la Mesa Interinstitucional de Salud Mental y a certificarme en el Curso mh-GAP de la OMS, al Dr. Luis Jorge Gamboa, Psic. Rosy Canul, Psic. Irving Carmona, en fin, no acabaría. Gracias a todos, y a seguir avanzando en esta nueva etapa que de manera formal hoy inicia. Esta, es una gran bendición, Dios es bueno. Un versículo rhema que guía mis pasos al respecto, es el siguiente: “Más vale adquirir sabiduría que oro; más vale adquirir inteligencia que plata”. Proverbios 16:16 Excelente semana a todos y todas, estoy para servirles.
Psic. Deyanira Trinidad Álvarez Villajuana
Tel. 926-06-19
Cel. 9991-20-66-69
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