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Planes de estudio de la nueva escuela mexicana: el legado trunco de Moctezuma Barragán

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El día de mañana, cuando debería de reiniciar el curso escolar después del receso por las fiestas decembrinas, los alumnos tendrán otros dos días más asueto. Los maestros, por así convenir a la secretaría de educación pública, ha planeado jornadas de consejo técnico escolar para continuar con el análisis de la educación en el país en el contexto de la pandemia.

Un reinicio que se caracteriza desde una perspectiva política por la decisión del presidente de proponer a Esteban Moctezuma Barragán al puesto de embajador de nuestro país ante los Estados Unidos y, por ello, el relevo con la maestra Delfina Gómez. Un cambio que aún no se ha concretado.

¿Qué está pasando con la educación en el país?

Vale la pena contextualizar que en 2013 se concretó la aprobación de la reforma educativa de Enrique Peña Nieto que implicó muchos cambios en la estructura del escalafón magisterial, así como un replanteamiento de planes y programas de estudio. Lo que implicó que a lo largo de lo que quedo del sexenio se dieron los pasos para la construcción de estos en educación básica, que implicó la socialización del proyecto con diversos foros de maestros y especialistas, hasta que se tuvo un plan de estudios que inició su implementación con una ruta específica.

Una promesa de la Cuarta Transformación encabezada por Andrés Manuel López Obrador era no dejar ni una coma a la reforma “neoliberal” de Peña Nieto. Una de las primeras iniciativas que se discutieron fue una nueva reforma educativa que volvió a modificar los planes y programas de estudio en educación básica. Se desconoce, porque hasta ahora no se ha dado a conocer, una ruta estratégica para el diseño curricular e implementación de un nuevo programa de estudios.

La educación es un proceso continuo que no puede suspenderse. De tal manera que la implementación de un plan de estudios en cualquier nivel educativo debe ser progresivo. Es decir, iniciar en los primeros años del subsistema y continuar año con año subiendo en los grados superiores.

Al iniciar la Cuarta Transformación eso estaba pasando. Los primeros y segundos años de primaria, como los de secundaria, ya estaban trabajando con el plan de estudios de Peña Nieto. Al modificarse la reforma educativa se dio paso atrás y al no contar con un plan de estudios de la Cuarta Transformación se procedió a “congelar” lo que se estaba impartiendo, de tal modo, que hoy hay alumnos que brincaron de un proceso formativo nuevo (por haber iniciado en los primeros años con la nueva propuesta) que ahora al continuar lo hacen con un programa anterior y diferente.

Podrá decir quien no sabe que no importa porque al final lo que cuenta es lo que se aprende. Pero si consideramos elementos técnicos de planeación sistémica, el proceso de la generación que entró con los programas de Peña Nieto se estancó y su formación es producto de procesos diferentes.

Lo peor, es que no sabemos de los procesos de planeación e implementación del nuevo programa educativo de la Cuarta Transformación. Aunque se podría justificar la parálisis de la educación por la pandemia, el esfuerzo educativo se ha centrado más en la solución de la situación educativa por la contingencia sanitaria y se ha olvidado plantear la estrategia de la modificación curricular que implica la nueva reforma educativa.

¿Cuál será la continuidad que le dará la maestra Delfina Gómez?

Esteban Moctezuma encabezaba el proyecto educativo de la Cuarta Transformación. En el previo, encabezó los foros de participación magisterial para escuchar al magisterio de todo el país. Se entendía que con ello contaba no solo con la información sino con la sensibilidad de haber conocido de primera mano la situación diagnóstica del país.

Hoy, por una decisión política, abandona el barco y se le entrega a quien es más condicional del presidente, reforzando con ello que para el López Obrador es mejor la lealtad que la preparación. No porque la maestra Delfina Gómez no esté capacitada para el trabajo. Aunque es destacable que sea una docente quien ostente el máximo cargo de autoridad educativa del país, no estuvo en toda la preparación que implicó la reforma educativa de la Cuarta Transformación. Por lo cual el proceso, así como los niños y adolescentes, queda truncado por atender más una necesidad política que consolidar un proyecto educativo de amplia envergadura.

Por lo pronto, los maestros seguiremos discutiendo como resolver el tema educativo en el contexto de la pandemia, sin saber el rumbo y hacia dónde va la educación y ¿qué es la nueva escuela mexicana?