La Comisión de Recursos Hidráulicos, que preside el senador Raúl Paz Alonso, del PAN, en colaboración con el Consejo Consultivo del Agua, organizó la Conferencia “Iniciativas y propuestas de cambio para enriquecer el marco jurídico del agua”, donde expertos pidieron la inclusión de una asignatura en la materia dentro del Sistema Educativo Nacional, como base para nueva cultura del agua.
La doctora Karina Kloster, especialista en Ciencias Sociales y en el tema del agua por la UNAM, señaló que se deben construir contrapesos para lograr una mejor comunicación entre el Estado y la sociedad en materia del agua. Además, encauzar la participación ciudadana para crear una nueva cultura sobre el uso y conservación del elemento.
“Se debe encauzar el impetú de los jóvenes estudiantes y apelamos a la corresponsabilidad de la sociedad para afrontar el momento de la crisis hídrica, y para ello se requiere mejorar el proceso de captación, conservación y uso del agua”, indicó.
El doctor Román Gómez, coordinador para México de la Agenda 20-30 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, dijo que los problemas de la política hídrica no se pueden resolver con acciones simplistas, sino con mayor participación y comunicación entre gobierno y sociedad. Es lo que exigen los nuevos modelos de gobernanza para la transmición del conocimiento, acotó.
Señaló que se deben corregir las barreras estructurales y coyunturales que obstaculizan los avances en la materia. Los procesos colaborativos entre actores involucrados deben llevar a establecer un pacto social del agua. “Una nueva ley de aguas deberá recoger ese pacto social por el vital líquido”, subrayó.
El maestro Daniel Martínez, vicepresidente de la Asociación Mexicana Hidráulica, indicó que se deben buscar soluciones desde la academia y con expertos en la materia. “El tema del agua tiene que ser apolítico para reencauzarlo y así lograr soluciones reales a su crisis de escacez. Como nación, no debemos tener miedo a las nuevas tecnologías y para eso se tiene que aprovechar el impulso de los jóvenes estudiantes, de los expertos y académicos. Lo que no hagamos hoy por el agua y la ecología, nos va a impactar a largo plazo”, advirtió.
En su exposición, Luis Manuel Guerra, del Instituto de Asistencia en Investigación Ecológicas, reconoció que aun cuando el futuro de la nación depende del agua, se carece de una ley nacional de aguas que enfrente el problema del manejo y su disposición adecuada.
Dijo que el Legislativo ha auspiciado “el pensamiento romántico” del derecho humano al agua, sin reconocer que es una responsabilidad compartida, ya que el derecho va de la mano de la obligación de un pago. El subsidio al agua en municipios, apuntó, “es un crimen contra la nación, porque siempre habrá déficit por su costo y se provoca un desperdicio tanto del líquido como de recursos que podrían destinarse a conservación e infraestructura.
En cuanto a la educación ambiental, la maestra Tiahoga Ruge Scheffer, de Amigos de la Biósfera AC, manifestó la urgencia de incluir una asignatura en materia de agua en el Sistema Educativo Nacional, desde prekinder hasta la preparatoria, pues no se tiene conciencia de la importancia de esta.
Calificó como una oportunidad que, ante la pandemia por el Covid-19, la educación se apoye en la televisión para transmitir cápsulas sobre el cuidado del agua. Aseveró que se debe educar a fondo a una nueva generación para afrontar los problemas que vendrán en torno al cambio climático y pérdida de diversidad.
En tanto, la consultora y asesora del Congreso de Michoacán, Estrellita Fuentes, señaló que el modelo existente de comunicación gubernamental en el tema del agua, es unidireccional; que va desde lo macro a lo local, sin dar oportunidad de participación a la ciudadanía. Es necesario innovar y pensar en el uso de las nuevas tecnologías de información para configurar un modelo de comunicación transversal que llegue a todos los ciudadanos, acotó.
El Gobierno, subrayó, debe escuchar todas las voces para la toma de decisiones en este tema, porque “no es justo que se destinen recursos a obras que pueden tener soluciones técnicas sustentables de bajo costo y alto impacto, pero que la toma de decisiones es unilateral”.
Expuso que el Senado debe fortalecer la participación ciudadana en la toma de decisiones, incorporar nuevas tecnologías, la auditoría ciudadana y el trabajo comunitario, así como apoyar el establecimiento de los observatorios ciudadanos para la administración y manejo óptimo del agua.
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