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¡Policías argüenderos!

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Una vez más la controversial Guardia Nacional vuelve a ser noticia. El miércoles pasado, elementos de la Policía Federal se manifestaron en contra de adherirse a esta nueva organización, y alzaban la voz para que se les respetara sus derechos.
Los reclamos eran varios, y todos convergían en un punto en concreto: Desinformación. Cosa que Alfonso Durazo ratificó en una declaración posterior cuando dijo lo siguiente: “En ese breve proceso tuvimos fallas, carecimos de mecanismos de comunicación interna paralelos a la creación de la Guardia Nacional que reconocieran los sentimientos y se anticiparan a las demandas de los policías federales.”
Pero vayamos directamente a los hechos que motivaron las protestas de la Policía Federal.
La farsa del mando civil en la Guardia Nacional. Si bien el artículo cuarto de la Ley de la Guardia Nacional, indica que ésta es una institución de seguridad pública, de carácter civil, lo cierto es que los altos mandos son militares. Y este “nuevo plan” del actual gobierno pretende que la Policía Federal se supedite a una organización que de facto tiene un mando militar. Por ello los reclamos eran claros: “Decidimos ser policías, no militares.”
Antigüedad. Muchos de los protestantes declaraban que sus superiores les decían que debían firmar su baja de la Policía Federal antes de unirse a la Guardia Nacional. Por lo tanto, durante las manifestaciones exigían que se les informara sobre el proceso de Transferencia.
Bono de operatividad. Es la compensación económica que reciben los policías cuando son desplegados a otra parte del país, el cual, al formar parte de la Guardia Nacional, ya no tendrán. Como lo relata el portal Animal Político: Un policía tercero muestra su recibo de pago: 9 mil 585 pesos, pero que, sin las deducciones de Impuesto sobre la Renta, seguro de vida FOVISSSTE, seguro de salud, de retiro y un préstamo que está pagando, le queda en 2 mil 839 pesos a la quincena. Por esta razón, los agentes defienden que el bono es lo que realmente les da de comer a ellos y a sus familias.
El Gobierno ha dado diversas respuestas
Por una parte, Alfonso Durazo ha dicho, como mencionamos anteriormente, que hubo falta de comunicación dentro del proceso. Añadió, además, que uno de los líderes de los manifestantes, tiene antecedentes por secuestro, y que, las protestas estaban ligadas a “grupos de interés.” También mencionó que aquellos que no quieran unirse a la Guardia Nacional, podrán adherirse a cualquier otra institución, a lo que los protestantes respondieron con un “no”.
Por otro lado, AMLO desestimó (no podíamos esperar algo diferente de él) las protestas diciendo que no son por una causa justa, y que incluso veía mano negra en ellas. Además, dijo que no se iba a despedir a nadie, pero, de hecho, luego él mismo declaró que en la ley se estipula que la Policía Federal desaparecerá en 18 meses.
Cabe añadir que los policías dejaron en claro algo curioso, y es que mencionaron que Peña Nieto nos había olvidado, pero Andrés Manuel los humilló. ¿Cómo no? Si AMLO no dejaba de referirse a la Policía Federal como un organismo podrido, pervertido, ¿pero dicha afirmación no generalizaría a todas aquellas personas que realmente están dispuestas a salvaguardar a la ciudadanía, y que incluso, muchas de ellas dieron sus vidas?
No podemos negar que en la Policía Federal hay corrupción, así como en muchas instituciones u órganos gubernamentales, pero si seguimos ese discurso tácito de separar a los buenos de los malos, ¿no sería, mínimamente, congruente hacer lo mismo con la Policía Federal? Al final, el ejecutivo es quien manda la orden, y los policías quienes la realizan, sacrificando todo.
Una cosa es cierta, mientras el Gobierno sigue manteniéndose indiferente y dándole largas al asunto, el crimen organizado observa desde las sombras con una gran sonrisa en su rostro.