Inicio Análisis político Enrique Vidales Ripoll Por comedia trastocada … a tomar clases de derechos humanos

Por comedia trastocada … a tomar clases de derechos humanos

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Así quedo expresado en carta firmada por Ricardo Bucio enviada a los productores, hermanos Galindo, con la sugerencia del curso de capacitación en derechos humanos que se reproduce a continuación:

Rubén Galindo
Santiago Galindo
Productores del programa
“Hazme reír y serás millonario”
Televisa
PRESENTES   
 
En respuesta a lo sucedido el pasado domingo 17 de mayo en la emisión de “Hazme reír y serás millonario” durante el cual se le hizo una “broma VIP” a una persona con discapacidad intelectual,  violando con esto su derecho a no ser discriminado, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), apoyando la propuesta de la periodista Katia D’Artigues, invita al equipo de producción, los actores y al jurado del programa  a recibir un  curso de corta duración sobre el derecho a la no discriminación y el respeto a los derechos humanos, con la finalidad de ofrecer herramientas para que los contenidos de su programación promuevan el respeto a los derechos humanos y no caigan en estereotipos y prejuicios que  atenten contra la dignidad de las personas.
La CDHDF tiene entre sus atribuciones la protección, defensa, vigilancia, promoción, estudio, educación y difusión de los derechos humanos, establecidos en el orden jurídico mexicano y en los instrumentos internacionales de derechos humanos.Este curso se puede impartir en las instalaciones de su empresa si así lo desean, acordando mutuamente las fechas
y los horarios posibles y sin costo alguno.
Sin más  por el momento y agradeciendo su atención a la presente, quedo a sus órdenes.

Atentamente

Ricardo Bucio Mújica
Secretario Técnico
Comisión de Derechos Humanos

Podrá parecer una exageración de la Comisión en no entender que la emisión tiene un fin de entretenimiento. Pero en la verdad de los hechos, la televisión, al fin y al cabo, es un modelo que ha sembrado estereotipos y moldeamiento de la conducta, que no fomenta la autocrítica y la sensatez en los espectadores.
De este modo, por más entretenimiento que sea no es justificable que se jueguen con los sentimientos, las ideas y los derechos de personas ajenas a los intereses reales de la emisión. Si bien puede ser entretenido para los ojos de los demás, se expone a la persona a una situación difícil y hasta cierto punto comprometedora, lo que constituye en una violación al derechos de la privacidad.
Ojala que la empresa que dice tener valores haga lo prudente y exija el cumplimiento de la petición de Comisión de Derechos Humanos… ya que de lo contrario, nos dirá el valor de los derechos humanos: le vale.