PRI va a cambiar su nombre, su logo y sus colores
El Partido Revolucionario Institucional en el futuro por venir cambiará su forma al modificar su nombre, su logotipo y sus colores. Como parte de una transformación originada por los resultados electorales desfavorables, el revolucionario dejará su antiguo y derrotado traje político para tratar de resurgir de entre las cenizas.
La del 2018 fue quizá la última elección en la que participó como PRI, ya que significa derrota, fracaso, repudio y rechazo. El tricolor dejará de ser un símbolo de la revolución y pasará a convertirse en un partido con propuestas innovadoras. El pueblo de México no le compró en esta ocasión la propuesta de continuidad.
En Yucatán, la población abierta mostró su rechazo mayoritario y dio al traste con el discurso del candidato oficial, que definitivamente nunca despegó las alas para volar. El discurso de la continuidad no dio para mucho en esta ocasión.
Con el cambio de nombre, de logotipo y de colores, lo que hoy se conoce como PRI se presentaría en los próximos procesos electorales con la esperanza, sí la esperanza de ser considerado para competir para alcanzar el lugar que algún día tuvo.
No será tarea fácil porque las estructuras del PRI se acostumbraron a ser apoyadas con programas asistenciales y en los próximos 6 años no los tendrán a mano. Bajo esta circunstancia, el nuevo partido tendrá que ver de dónde sacará dinero para movilizar a miles y miles de líderes que tenía en las colonias. Y digo tenía, porque es literal, ya no las tiene. Y seguramente muchos líderes se irán a otras filas políticas.
Los que se queden dentro del partido, tendrán que sufrir las carencias y la incertidumbre de no saber si la renovación será suficiente. Porque la gente no quiere ver a los mismos políticos encaramados en el poder. Ese es otro tema para analizar en lo subsecuente.
