Inicio Análisis político Alejandro López Munguía Sahui: flaco, cansado, ojeroso pero con ilusiones.

Sahui: flaco, cansado, ojeroso pero con ilusiones.

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Ilusiones.- Por definición es algo que se espera con anhelo, pero que bien puede quedar en ello.

Mientras recorre la estructura, el candidato del PRI a la gubernatura del Estado, Mauricio Sahui Rivero, intenta ilusionar a la militancia con un mensaje conocido, trillado y hasta aburrido. Sin embargo, se puede ver el esfuerzo que está haciendo para hacer “prender” su campaña, lo que hasta ahora no ha conseguido del todo.

Estoy seguro que los priístas ya están familiarizados con su mensaje, debido a que se han reunido con él hasta en tres ocasiones, mínimo. Sahui ha insistido mucho en la fuerza de la unidad, en la necesidad de trabajar hasta el cansancio, incluso, les ha dicho que como resultado de este gran esfuerzo, muchos quedarán flacos, cansados pero con ilusiones.

Sahui debe cuidar sus palabras y el tono en el que las pronuncia, porque pueden sonar a burla. En el PRI hay muchas historias de priístas que dieron todo en pasados procesos electorales y luego los han ignorado. A muchos los han sacado del gobierno, como sucedió al inicio de la gestión actual; otros de plano nunca tuvieron oportunidad y a otros los sacrificaron para poner a incondicionales de alguien perteneciente a la cúpula.

Sahui sabe de estas historias tanto como la militancia, a la que hoy recurre con énfasis. ¿Por qué con Sahui las cosas serían distintas?. Ese es el punto. Los porristas le echan muchas ganas al asunto y resaltan la fuerza, el vigor, la enjundia de sus gritos alegando que la “fuerza del priísmo está viva y que juntos van a conseguir la gran victoria”.

Sahui está en su papel, mal haría en no hacerlo, pero es evidente que le falta el “time in”. La asociación de las ideas que aplica son tan obvias como absurdas. El Priísmo es un guerrero al que se le da trato de borrego. Va siendo hora de que les hable con la verdad.

La militancia está integrada por dos corrientes, los seccionales y los operadores. Los primeros son la verdadera fuerza política, son los o mejor dicho, las que mueven el voto. Los operadores son los empleados del gobierno (cuando se tiene), que cumplen con la encomienda de conducir a los seccionales. Básicamente constituyen la estructura de mando, los delegados, los coordinadores y los Jefes. Es un ejército. Siempre ha sido así.

El tema es que los de abajo, o sea los seccionales están empezando a familiarizarse con Sahui, toda vez que fueron tentados por otros aspirantes con gran entusiasmo. Caballero, Liborio, Ramírez Marín, Berlín, Pablo Gamboa, Panchito Torres, Celia Rivas, los emocionaron tanto, que ahora están confundidos. Lo mismo pasa con los operadores.

El gran reto de Sahui es emocionar a la militancia. Pero no lo va lograr siendo tan ordinario. Necesita de la franqueza, porque la gente ha sido tan usada que es más incrédula que nunca. Ayudaría si empezara por hacer acuerdos duraderos, fríos, honrando su palabra.

Mientras no se conduzca de esa forma, seguirá buscando ser flaco, cansado, ojeroso y con ilusiones. Me viene a la mente, la frase de Don Carlos Castillo Peraza, para complementar el dicho de Sahui, “que no hay ilusos, para que luego, no haya desilusionados”.