23 feb (Reuters) -El sindicato estadounidense United Auto Workers (UAW) informó el viernes que aprobó la creación de un nuevo proyecto solidario para apoyar a los trabajadores automotrices en México en su lucha por lograr mejores condiciones laborales.
La UAW, que representa a unos 146,000 trabajadores de los tres grandes fabricantes de Detroit -Ford, General Motors y Stellantis (la matriz de Chrysler)-, dijo que su Junta Ejecutiva Internacional votó el miércoles a favor de la iniciativa.
“El proyecto proporcionará recursos a los trabajadores mexicanos y a los sindicatos independientes en México, y apunta a fortalecer la solidaridad transfronteriza entre los trabajadores estadounidenses y mexicanos”, detalló el sindicato estadounidense en un comunicado.
Según el UAW, “durante décadas, las corporaciones han aprovechado leyes comerciales inadecuadas para deslocalizar miles de empleos manufactureros estadounidenses a México, donde los salarios y las condiciones de los trabajadores han sido suprimidos durante mucho tiempo”.
Además, agrega en el comunicado que los salarios de los trabajadores automotrices mexicanos “han caído dramáticamente” desde la implementación en 1994 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sustituido en 2020 por el tratado de libre comercio regional TMEC.
Con el TMEC, varias empresas del sector automotriz con sede en México -especialmente de autopartes- han tenido que responder a demandas por violaciones de los derechos de los trabajadores que han llevado a los gobiernos de Estados Unidos y México ha aplicar un mecanismo de repuesta rápida de controversias en el marco del tratado regional.
El UAW llegó el año pasado a un acuerdo con los Tres Fabricantes de Automóviles de Detroit para ofrecer aumentos salariales récord a sus afiliados, después de varias semanas de tensas negociaciones y huelgas.
El anuncio se produce después de que el UAW anunciara el miércoles que destinaría 40 millones de dólares a organizar a trabajadores no sindicados del sector automotriz y de las baterías de vehículos eléctricos en Estados Unidos durante los próximos dos años.