La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos alertó este jueves sobre la difícil situación que viven los civiles en la ciudad siria de Daraa y sus alrededores, y pidió un alto el fuego inmediato.
Michelle Bachelet destacó que los barrios de la localidad árabe son testigos de intensos combates y bombardeos indiscriminados por parte de las fuerzas gubernamentales y los grupos armados de la oposición.
La única ruta de salida de Daraa está estrictamente controlada por el Gobierno sirio.
Las hostilidades entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados se intensificaron a finales de julio, con bombardeos y ataques de artillería en zonas residenciales.
Los enfrentamientos comenzaron tras semanas de creciente tensión, durante las cuales el Gobierno impuso controles más estrictos en las carreteras de entrada y salida del barrio de Daraa al-Balad, antiguo bastión de la oposición, y otras zonas.
Los controles gubernamentales buscaban presionar a algunos miembros de los grupos armados para que entregaran sus armas, se rindieran y trasladaran al norte de Siria.
La escalada de confrontaciones ha obligado al menos 18.000 civiles a huir de Daraa al-Balad desde el 28 de julio, muchos de ellos dentro de propia ciudad o a otras zonas cercanas.
Boletín de prensa de la ONU