Aunque el mentor niega las acusaciones —sólo admite que “por un juego“ le puso a una alumna cinta canela en la boca— y que algunos alumnos lo defienden, los padres de familia exigieron ayer mismo su salida del plantel, la escuela primara Rodolfo Menéndez de la Peña, ubicada en la calle 49 con 82.
El caso motivó la intervención de la Secretaría de Educación estatal, que dispuso la separación del mentor.
El presunto maltrato data de días atrás, pero el conflicto estalló ayer cuando los padres de los niños se presentaron a la escuela para tratar el asunto con el propio maestro y con el director Jorge Gamboa Escalante.
Debido a que el profesor negaba las acusaciones y varios niños sostuvieron los hechos, el director solicitó la presencia de un representante de la SEE y al sitio acudió la inspectora Evangelinda Baranda Montero.
La inspectora, según algunos padres, trató de convencer a los alumnos de que no hicieran públicas sus quejas, lo que causó mayor alboroto, pues los estudiantes se sintieron amedrentados y comenzaron a llorar.
Los niños sostuvieron que el profesor les cubría con cinta canela la boca, les amarraba las manos y a los varones les pintaba los labios, les ponía zapatos de niña y les colgaba un bolso.
El profesor, a quien algunos niños defendieron señalando que todo era parte de un juego, se refugió en la tienda de la escuela, donde permaneció hasta después de que concluyó la jornada por temor a ser agredido.
El director del plantel dijo que el maestro fue enviado en este curso, pero que ya tenía antecedentes negativos en otros colegios donde impartió clases en los 28 años que lleva de carrera
