LONDRES, 19 jul (Reuters) – La entrenadora de la selección femenina de Inglaterra, Sarina Wiegman, espera estar en el banquillo durante el partido de cuartos de final de la Eurocopa femenina contra España, que tendrá lugar el miércoles, después de perderse el último partido de la fase de grupos tras dar positivo por COVID-19.
La neerlandesa Wiegman se vio obligada a transmitir información a través de una línea telefónica durante la goleada por 5-0 a Irlanda del Norte, pero ha estado en el campo de entrenamiento, aunque a una distancia prudencial.
“Tengo muchas esperanzas. Pero ya veremos qué pasa. Y sabemos que si no puedo estar allí. Estaré de otra manera”, dijo Wiegman en una conferencia de prensa virtual el martes.
“En el último partido tuvimos una línea telefónica. Así que estuve en contacto con el cuerpo técnico todo el tiempo durante el partido”.
“Si es necesario, eso es lo que haremos mañana de nuevo”.
Wiegman dijo que la amenaza de los positivos de COVID-19 está siempre presente, como lo demuestra el hecho de que la guardameta suplente Hannah Hampton se viera obligada a aislarse del equipo el martes.
España comenzó el torneo como favorita, pero Inglaterra, anfitriona del torneo, ha asumido ese papel después de marcar 14 goles sin respuesta en la fase de grupos, incluido un 8-0 a Noruega.
España no podrá contar con la ganadora del Balón de Oro, Alexia Putellas, que se ha quedado fuera del torneo por una lesión en el ligamento cruzado anterior, y tampoco podrá contar con la experimentada delantera Jennifer Hermoso, pero Wiegman sabe que siguen siendo un gran obstáculo con su juego de posesión.
“Por supuesto que les faltan dos jugadoras clave, pero sigo pensando que tienen un equipo muy bueno, y que aprietan mucho con el balón. Desde luego, mañana va a ser un partido de primera”, afirmó.
“Probablemente tendrán mucho el balón, pero espero que nosotras también lo tengamos. Creo que nos sentimos cómodas con el balón, así que estoy ilusionada por lo que pueda pasar mañana”.
