Ya agarraron a Morena Yucatán de basurero.
Esto ya parece una vacilada. Ya agarraron a Morena en Yucatán de basurero del PRI y eso es algo que en verdad da pena ajena. ¡Oye que el ratero mayor quiere impulsar a su ahijada para alcaldesa!, “no hay pex, mándala pa’ Morena”; que ahora otro corrupto y corruptor priísta quiere la revancha, “no hay problema, mándalo a Morena, si tiene chingo de varo y comparte, acá le lavamos la cara”. Como decía Cantinflas “oígame no, tantita decencia tenga asté”.
Esto da pena ajena porque no se lo merece la militancia. No se lo merece la gente de base que luchó por años para tener una verdadera oportunidad de participar en la política, de forma decente, justa y armónica. Una forma de hacer las cosas diferentes, de manera limpia y ordenada, así se gestó la idea de formar Morena.
Pero llegaron los bandidos y se están apoderando poco a poco de Morena. En ese afán por ganar espacios, curules, alcaldías y demás posiciones importantes se ha ido sacrificando lo más valioso que tiene el partido: su credibilidad. Eso es lo peligroso.
Muchos empiezan a dudar pues si votan por Morena en el 2024, estarían votando por los rateros y corruptos que saquearon al estado en décadas pasadas. ¡Eso es terrible!.
La verdad Morena pierde más permitiendo que los priístas indeseables se sumen a sus filas, pues la gente se decepciona, se frustra, se enoja y se rebela.
Morena no nació para ser basurero del PRI. Nació precisamente para ser alternativa de cambio, de verdadera transformación. ¿Y qué significa eso?, significa que hay un antes y un después del PRI, porque fueron muchos los vicios que se heredaron de ese sistema corrupto que desbarató al país.
Bien lo dice el presidente Andrés Manuel López Obrador al manifestar que “no somos iguales”. Pero en Yucatán se entercan en contradecirlo.
Trayendo a casa la basura priísta lo único que van a conseguir son más derrotas. Ya lo vieron en las elecciones del pasado 6 de junio, cuando la realidad puso a todos en su justa dimensión.
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Morena debe competir con sus cuadros militantes. Porque es un partido del pueblo y para el pueblo. No es un partido del poder, no es un partido de saqueadores, no es un partido para oportunistas, ni para arribistas, ni para egoístas, ni para aspiracionistas, ni para individualistas. Es un partido de renovación, de decencia, de ética, de congruencia.
Ya va siendo hora de que le bajen a ésta práctica de tirar la basura en la casa morenista. Es hora de que se respeten, de que tengan dignidad, de que valoren los principios de vida recta, de vida honrada. Porque una persona honrada y honorable vale más que un ratero con dinero. En Morena hay gente honesta, honrada que milita y se merece la oportunidad.
De seguir por ese camino, Morena se va a hundir y en el 2024, volverá a perder sin meter las manos. Eso sí terminará manchado por la estela de corrupción e inmoralidad que AMLO detesta. ¡Fuchi! ¡caca!.
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