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Yukio Suzuki presenta su arte a través de “Number nine”

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El coreógrafo y bailarín japonés deleitará con dos funciones en el Teatro de la Danza
México, 10 Sep (Notimex).- Un nuevo enfoque del butoh llega desde Japón a través de Yukio Suzuki, destacado bailarín y coreógrafo que por segunda vez visita México, ahora para presentar “Number nine” en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque.
Su propuesta tiene que ver con que el nueve es el punto de partida para volver al uno, por lo que a través de sus movimientos corporales el artista intenta seguir las instrucciones, premisas o direcciones asociadas a cada uno de los números.
Es una investigación sobre nuevas posibilidades de percepción del espacio a fin de generar un nuevo enfoque del género para crear peculiares paisajes imaginarios.
Previo a las dos funciones que ofrecerá en la Ciudad de México, una de ellas esta noche a las 20:00 horas y la otra el 11 de septiembre, Yukio Suzuki mostró a la prensa algunos fragmentos de “Number nine” como un adelanto especial.
Fue una manera de explicar que su interpretación no es la técnica, sino el carácter del lenguaje de la danza por el que ha sido aclamado en más de 40 ciudades del mundo.
A través de movimientos flexibles, delicados y tenaces, evoca varios paisajes e imaginarios desde la inmensidad del mar al sol ardiente.
El ganador del Toyota Choreography Award 2008 indicó que las imágenes que presenta son tan claras como el butoh, aunque también abunda en las geometrías.
No se trata de bailar, dijo, sino de ejemplificar los números del uno al nueve tratando de obtener diferentes panoramas y movimientos abstractos.
Yukio Suzuki, quien ha participado en eventos como el Danse Élargie 2012 en el Teatro de la Ville, comentó que le gusta pensar en la sensación que emerge antes de hacer el primer movimiento, porque la danza ocurre también ahí.
El bailarín se inició en la danza butoh en 1997 con el gran Ko Murobushi. Sobre ese género opinó que pondera el movimiento y la presencia del cuerpo amateur, la yuxtaposición entre lo cotidiano y lo extraordinario.
Son como mundos que se desdoblan de cualquier evento de la vida diaria, externó. También considera que ese montaje le permite estar listo para mostrar otros aspectos de su danza y su trabajo coreográfico.