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CONFERENCIA: Las violencias y sus manifestaciones versus el amor de verdad

Psicóloga Deya Álvarez.

Ambos pasamos por situaciones de violencia con nuestras respectivas parejas en el pasado, antes de conocer a Cristo en nuestros corazones, a las cuales tuvimos que denunciar penalmente, y aprendimos a perdonar y bendecir. Pero también, aprendimos a identificar, y ayudar a otros a poner un límite sano a cualquier situación de abuso, maltrato, agresión y/o violencia, pues esa no es la voluntad de Dios para la vida de las personas, y no distingue género, ya que pueden ser víctimas tanto mujeres como hombres. A ambos, Jesús, la palabra de Dios hecha viva, revelada por el Espíritu Santo, nos rescató e hizo libres, brindándonos una segunda oportunidad de vivir el amor de verdad: el de Dios y el nuestro, pues nos amamos y ahora servimos en el ministerio de enseñar a otros a amar de verdad. La respuesta cristiana a cualquier tipo de violencia comienza con la Palabra de Dios: “Así que en todo traten ustedes a los demás, tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas”. Mateo 7:12  La violencia no siempre es fácil de identificar, ya que la tenemos muy normalizada y, bajo ciertas formas de expresarse, puede pasar desapercibida o tomada como algo “que es esperable” o “que debe pasarse por alto”, sin poner límites sanos y absolutos.

Definición de violencia: utilización de la fuerza física o del poder contra uno mismo o contra otros, de modo que este acto cause daños físicos, daños psicológicos y/o privaciones. Esto significa que violencia es la utilización de las agresiones físicas o psicológicas para perjudicar a alguien, pero también el uso del poder, algo más abstracto, para causar daños o limitar significativamente las opciones que se le plantean a una persona, coartando su libertad y/o bienestar personal. No existe un único criterio para clasificar los tipos de violencia, sino varios. Los más comunes suelen partir de dos factores: el modo en el que se ejerce la violencia y el sujeto o sujetos que la ejercen. Estos dos factores son los que estructuran la clasificación de los tipos de violencia.

Clases de violencia según el tipo de agente:

1. Violencia autoinfligida: Esta es una de las clases de violencia más estigmatizadas que existen, ya que en ellas es la propia persona la que se daña a sí misma, algo que es muy difícil de comprender desde el punto de vista del resto de la gente. En la violencia autoinfligida la persona se puede realizar cortes en brazos o piernas, se puede humillar públicamente, se puede golpear la cabeza contra superficies duras de manera repetida, etc. Es frecuente que las personas que llevan a cabo este tipo de violencia estén pasando por situaciones altamente estresantes, presenten un trastorno de personalidad(muchas veces, el Trastorno Límite de la Personalidad) o ambas. También es posible que la violencia autoinfligida termine desembocando en un suicidioo, mejor dicho, que sea uno de los síntomas de una dinámica comportamental, cognitiva y emocional que desemboca en el suicidio. Las heridas que alguien se ha infligido anteriormente no son en sí mismas la causa de que decida quitarse la vida. El eterno debate es que hay muchas cosas cuestionables acerca del concepto de violencia autoinfligida, ya que poner todo el énfasis de la violencia sobre el individuo puede no ser lo más indicado si su conducta es la consecuencia de la violencia que otros ejercen contra ella. Es por eso que, cuando hablamos de violencia autoinfligida, debemos tener en cuenta que detrás de ella pueden existir otros agentes que desconocemos y que son la causa de este tipo de violencia.

2. Violencia interpersonal: Este es el tipo de violencia en la que un individuo agrede a otro. En esta categoría podemos encontrar la violencia doméstica, el bullying, los casos específicos de atraco con violencia, etc. Aunque en la violencia interpersonal el causante sea un individuo (o un grupo reducido de ellos), es posible que este tipo de agresiones tengan parte de su explicación en fenómenos sociales. Por ejemplo, el consumo de drogas o la pobreza son factores muy ligados a la conflictividad.

3. Violencia colectiva: A diferencia de lo que ocurre en los tipos de violencia que hemos visto, en esta la agresión es de carácter colectivo, de un grupo o comunidad contra otro colectivo. Las motivaciones de la violencia colectiva suele ser políticas, económicas, o ideológico-religiosas. Se trata de uno de los tipos de violencia más perjudiciales, porque sus efectos negativos se pueden hacer notar en muchas facetas de la vida y, como involucra a mucha gente, es fácil que vaya degenerando hasta conducir a heridos y en ocasiones a muertos. Por ejemplo, la misma violencia que hace que algunas minorías sean vistas con desprecio por gran parte de la población suele contribuir a la aparición de agresiones físicas e incluso asesinatos. Las situaciones que favorecen la aparición de la violencia colectiva son fenómenos políticos, jurídicos y sociales, como la presencia de integrismo religioso, la discriminación sistemática de minorías, los déficits democráticos por parte de un estado, el monopolio de ciertos recursos valiosos por parte de un grupo relativamente reducido de personas, o las grandes desigualdades sociales y económicas.

Tipos de violencia según la naturaleza del acto:

4. Violencia física: Este es quizás el tipo de violencia más típico y fácil de imaginar, ya que es muy visual y fácil de identificar. En él, alguien hace algo para dañar el cuerpo de otra persona, produciendo el dolor y el sufrimiento de alguien. En ocasiones, puede conducir a la muerte. La violencia física, además, acostumbra a dejar unas marcas que el personal médico cualificado puede identificar: arañazos, heridas, morados, etc.

5. Violencia verbal: La violencia verbal es aquella en la que se pretende dañar a la otra persona es un mensaje o un discurso. Puede (o no) contener insultos o palabras tabú, ya que para producir malestar psicológico no es esencial utilizar esa clase de recursos. Además de producir ansiedad, este tipo de violencia puede dañar la autoestima de las personas y su imagen pública.

6. Violencia sexual: En la violencia sexual se dan comportamientos y tipos de contacto físico que denigran a alguien a través de la apelación de su dimensión sexual. Cuando se manifiesta a través de violaciones, se da de la mano de la violencia física, aunque hay que señalar que en estas el componente sexual no es un simple complemento, sino que adopta una forma de violencia que consiste en intentar dañar psicológicamente a la otra persona.

7. Violencia económica: Se trata de un tipo de violencia en la que se daña la capacidad de una o varias personas para utilizar el dinero que ganan. El robo y la utilización indebida de cuentas bancarias entran dentro de esta categoría, así como los engaños para que se realicen inversiones que resultan ser una estafa.

8. Negligencia: La negligencia es un tipo de violencia que se da por omisión, ya que en ella la agresión consiste en no realizar unas acciones a las que se está obligado para garantizar el bienestar mínimo del resto. Por ejemplo, un médico que se niega a atender a alguien herido por un enfrentamiento personal con este, está cometiendo una negligencia.

9. Violencia religiosa: En esta categoría entra el uso del poder para perjudicar a las personas manipulándolas con una serie de creencias y promesas acerca de un plano religioso más no espiritual. Es muy común ver cómo las religiones y sectas utilizan este tipo de agresiones para mantener dominadas a aquellas personas que ponen dinero, tiempo y esfuerzo en el mantenimiento de la institución, no siendo guiadas por un genuino conocimiento de las verdades bíblicas, hacia Jesús, sino hacia los fines corporativos materialistas, que sólo los ven como objetos para utilizar y no como personas para amar.

10. Violencia cultural: En este tipo de violencia, las agresiones forman parte del marco de referencia de una cultura y están relacionadas con los signos de identidad cultural de una cultura concreta. Por ejemplo, la normalización de las violaciones en conflictos armados o la ablación de los genitales femeninos son ejemplos de violencia cultural.

11. Ciberbullying: En el ciberbullying es frecuente que se utilice Internet y las redes sociales para publicar información acerca de una persona o grupo de personas con el afán de ridiculizar o humillar. Es uno de los tipos de violencia cuyo alcance es difícil de precisar, porque el número de personas potencialmente capaces de ver este tipo de contenidos estigmatizantes es muy elevado.

Un tema significativo: la violencia infantil

En 1999, la Reunión de Consulta de la OMS sobre la Prevención del Maltrato de Menores redactó la siguiente definición: “El maltrato o la vejación de menores abarca todas las formas de malos tratos físicos y emocionales, abuso sexual, descuido o negligencia o explotación comercial o de otro tipo, que originen un daño real o potencial para la salud del niño, su supervivencia, desarrollo o dignidad en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder.” Se establecen cuatro tipos de maltrato de niños por los cuidadores, a saber: el maltrato físico (real o potencial), el abuso sexual, el maltrato emocional (se produce cuando un cuidador no brinda las condiciones apropiadas y propicias e incluye actos que tienen efectos adversos sobre la salud emocional y el desarrollo del niño. Tales actos incluyen la restricción de los movimientos del menor, la denigración, la ridiculización, las amenazas e intimidación, la discriminación, el rechazo y otras formas no físicas de tratamiento hostil), el descuido (cuando uno de los padres no toma medidas para promover el desarrollo del niño estando en condiciones de hacerlo en una o varias de las siguientes áreas: la salud, la educación, el desarrollo emocional, la nutrición, el amparo y las condiciones de vida seguras).

Otro tema medular: la violencia en la pareja

Una de las formas más comunes de violencia contra la mujer es la infligida por su marido o pareja masculina. Esto contrasta sobremanera con la situación de los hombres, mucho más expuestos a sufrir agresiones de extraños o de conocidos que de personas de su círculo íntimo. Este comportamiento incluye: Agresiones físicas: por ejemplo, abofetear, golpear con los puños, patear. Maltrato psíquico: por ejemplo, mediante intimidación, denigración y humillación constantes. Relaciones sexuales forzadas y otras formas de coacción sexual. Diversos comportamientos dominantes: por ejemplo, aislar a una persona de su familia y amigos, vigilar sus movimientos y restringir su acceso a la información o asistencia. Sobre la dinámica de la violencia en la pareja, parecería haber al menos dos modalidades: Modalidad grave (llamado maltrato físico) se caracteriza diversas formas de maltrato, amedrentamiento y amenazas, aunadas a una conducta posesiva y un comportamiento dominante por parte del agresor. Forma moderada de violencia (denominada violencia común de pareja) en las relaciones íntimas, en que la frustración y la ira continuas ocasionalmente estallan en forma de agresión física. Sucesos que desencadenan la violencia masculina en la pareja: – no obedecer al hombre; – contestarle mal; – no tener la comida preparada a tiempo; – no atender adecuadamente a los hijos o el hogar; – preguntarle al hombre por cuestiones de dinero o de sus enamoradas; – salir sin el permiso del hombre; – negarse a mantener relaciones sexuales con el hombre; – sospechas, por parte del hombre, de infidelidad de la mujer. ¿Cómo responden las mujeres al maltrato? Algunos estudios cualitativos han confirmado que la mayoría de las mujeres maltratadas no son víctimas pasivas, sino que adoptan estrategias activas para aumentar al máximo su seguridad y la de sus hijos. Algunas mujeres resisten, otras huyen y algunas más intentan llevar la fiesta en paz cediendo a las exigencias del marido. Lo que a un observador externo le puede parecer una falta de respuesta positiva por parte de la mujer, en realidad puede ser un cálculo meditado de esta, que opta por lo que se necesita para sobrevivir en el matrimonio y protegerse a sí misma y a sus hijos.

La importancia de vivir respetando el derecho ajeno, está fundamentada en la biblia:

El matrimonio es la primera institución que Dios estableció entre las personas. Hombres y mujeres fueron creados ambos a Su imagen, como compañeros iguales con roles distintivamente diferentes (Génesis 1:27). Un hombre es la cabeza, o autoridad, de su casa (Efesios 5:231 Pedro 3:1). Con esto viene la responsabilidad de ganarse el respeto de su familia y la comunidad. Colosenses 3:19 manda a los maridos a amar a sus esposas y nunca tratarlas con dureza.

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” (1 Pedro 3:7).

Los maridos deben amar a sus esposas como aman a sus propios cuerpos. “Pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida, así como Cristo hace con la iglesia” (Efesios 5:29). Los hombres son líderes que sirven, no exigiendo autoridad o sumisión, pero tratando a sus esposas de tal manera que la sumisión se convierte en su respuesta natural. “Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” (Mateo 20:28).

El abuso infantil es también fuertemente condenado por Dios. Aunque la disciplina es importante, debe ser su propósito corregir y dirigir al niño a la justicia, no como una manera de sacar la ira injustamente. “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” (Efesios 6:4).

Colosenses 3:21 dice: “Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen.” No debemos hacer nada para destruir el espíritu de nuestros hijos, o destruir su inocencia. Jesús fuertemente advierte a aquellos que podrían causar que los niños tropiecen o pierdan la fe en Él (Mateo 18:6).

 

Diez formas de amar:

1.- Escuchar sin interrumpir (Proverbios 18)

2.- Hablar sin acusar (Santiago 1:19)

3.- Dar sin escatimar (Proverbios 21:26)

4.- Orar sin cesar (Colosenses 1:9)

5.- Contestar sin argumentar (Proverbios 17:1)

6.- Compartir sin pretender (Efesios 4:15)

7.- Disfrutar sin quejarse (Filipenses 2:14)

8.- Confiar sin dudar (1 Corintios 13:7)

9.- Perdonar sin castigar (Colosenses 3:13)

10.- Prometer sin olvidar (Proverbios 13:12)

Fuentes:

Biblia, Reina Valera (1960); Kendrick Stephen y Alex (1999). El desafío del amor. B & H Español. Nashville, Tennesse; Torres, Arturo (2016). Los 11 tipos de violencia y de agresión. Recuperado el 13 de junio de 2017 de: https://psicologiaymente.net/forense/tipos-de-violencia