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Cronología de la derrota de Mauricio Sahui

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Muchos son los factores. La historia registra hechos, y quien la narra tiene su propia perspectiva. En mi punto vista, considero que la derrota del candidato del PRI se forjó tras recorrer una senda de enorme sacrificio. Su candidatura fue atípica, su derrota fue épica. Aquí los hechos, narrado por este servidor…

 

I.- En julio del 2017 el Gobernador Rolando Zapata Bello llama al priismo yucateco a cerrar filas. En su calidad de “líder moral” – así se autocalificó -, llamó “hermanos y hermanas” a sus compañeras y compañeros de partido. Fue un sólido mensaje que intentó ser la amalgama, el cemento que consolidara la unidad que se necesitaba.

 

II.- En octubre del 2017 aparecieron colgadas numerosos anuncios espectaculares con la imagen de Mauricio Sahui Rivero junto a Rolando Zapata. En la imagen, el Líder Moral le levantaba una de las manos en señal de victoria. Acompañaba dicha gráfica, una leyenda que resaltaba la frase: “Sahui Gobernador”.

 

III.- La imagen colgante desató la furia del resto de los aspirantes: Jorge Carlos Ramírez Marín, Jorge Carlos Berlín Montero, Pablo Gamboa, Felipe Cervera, Víctor Caballero, Liborio Vidal, Ernesto Herrera, Celia Rivas, Lucelly Alpizar, Angélica Araujo, Panchito Torres y Roberto Rodríguez Asaf.

 

IV.- Mientras esto acontecía, el Presidente Municipal de Mérida de extracción panista, Mauricio Vila Dosal, invertía los mil millones de pesos que desde la federación le enviaron para hacer obra pública.

 

V.- A principios de diciembre del 2017, el PRI postuló a Mauricio Sahui Rivero. La nominación se dio entre enojos, histeria y amenazas. Hubo llanto incluso. El primero en salir de la oficina de Enrique Ochoa Reza entonces Presidente del CEN del PRI, fue Jorge Carlos Ramírez Marín, que también fue el primero en felicitar a Sahui: “¡felicidades prócer!” cuentan que exclamó, apretando la mano y rodeando con sus brazos la humanidad del elegido.

 

VI.- El PRI tardó casi tres semanas en mostrar al candidato Sahui. Faltó la imagen de unidad, mostrando a los trece aspirantes a la candidatura, así como el respaldo de los tres sectores del Tricolor junto con las múltiples organizaciones que integran la gigantesca estructura política – electoral de dicho partido.

 

VII.- El candidato Sahui estuvo sujeto a una agenda interna que nunca lo proyectó hacia afuera. La sociedad vio con incertidumbre al candidato tricolor y su imagen se fue debilitando aceleradamente.

 

VIII.- A poco de haber rendido protesta como el candidato oficial del partido en el poder, Sahui se deslindó públicamente de Ivonne Ortega Pacheco, a través del medio más crítico de ella. Este hecho causó severo daño en las filas del tricolor.

 

IX.- El reparto de las candidaturas fracturó más la estructura. Aparecieron los esfuerzos aislados que durante la campaña causaron estragos contundentes. Empezó a configurarse el voto cruzado y el candidato Sahui parecía no tomar rumbo victorioso.

 

X.- La campaña fue un caos. Sahui estuvo sujeto a los designios de terceros y nunca pudo mostrar identidad propia. Las disputas internas por el recurso económico y la operación de campo desbarataron cualquier posibilidad de triunfo. El día de la elección hubo una indiscriminada y brutal compra de votos del que ya no se tuvo control. El final estaba sellado. El resultado solo confirmó lo anunciado. Sahui perdíó la elección. El PRI dejó en manos de la derecha el gobierno durante los próximos seis años y con ello, vulneró a miles de familias que dejarán de recibir el sustento que recibía el padre o la madre trabajador.

 

La neta del planeta.- El PRI nunca encontró la unidad. De hecho, nunca pudo unirse. No supo dialogar, menos acordar. En Mi Punto de Vista siempre advertimos de lo peligroso que era no atender los llamados a la honradez, a la integridad, a la generosidad y por supuesto a la humildad. El voto que hizo perder a Sahui, fue el de los encabronados por las injusticias laborales, la manipulación, la doble cara, la jugada de “tacto”, la corrupción, la insensibilidad y la traición. Queda claro que en el sentimiento de la población y de la militancia sobre todo, la CONTINUIDAD, nunca los motivó a luchar por la victoria, sino todo lo contrario. Curiosamente llegué a pensar que el 2001 sería una lección bien aprendida. Me equivoqué y lo advertí a tiempo, pero nadie escuchó, nadie atendió. Morena arrasó en México y el PAN se llevó la caja fuerte.