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El abuso y la deshonestidad será la línea que definió el mandato de Rolando Zapata Bello.

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Después de tanto funcionario priista corrupto, posiblemente enriquecido a las anchas del presupuesto; El abuso y la deshonestidad será la línea que definió el mandato de Rolando Zapata Bello.

Al contrario de lo que afirmó en su sexto y último informe Rolando Zapata Bello donde trató de convencer a los yucatecos de que la austeridad, el orden y la honestidad fueron valores que definieron su mandato, no solo fue ignorado por el grueso de los yucatecos, no sólo por el hecho de que el informe se dio en día domingo y en redes sociales, sino que los yucatecos sabían de antemano que la verdad de su administración final fraudulenta, sería ocultada y decidieron perder su tiempo en otros asuntos, total el castigo ya estaba dado el pasado primero de Julio.

Es claro que sí hubiese cumplido con el sagrado encargo de ser un buen gobierno, “la confianza” depositada a su Partido el PRI, HUBIESE REPETIDO EN TRIUNFO ELECTORAL, y no hubiese ocurrido la derrota de su partido, si hubiera hecho un gobierno Rolando Zapata, honesta y leal a la ciudadanía, esta hubiera apostado por el continuismo, pero como fue todo lo contrario y lo que afirmó en su último informe fue el mal retoque que no pudo maquillar de tanto abuso por parte de sus funcionarios que los medios de comunicación han ventilado con el apoyo de ciudadanos responsables, dando a conocer el tráfico de influencias y corrupción, y hoy él y su partido se tienen que ir y ojalá por un tiempo duradero, y en ese tiempo puedan reflexionar que los yucatecos hemos cambiado y que en estos tiempos no se nos puede engañar más, ante eso, hoy apoyamos a todo gobierno que sirve y repudiamos al que no se sirve, ya no votamos por aquel político que no nos representa y nos suplanta por la ambición desmedida de sus funcionarios, quienes entran en chanclas y salen multimillonarios del gobierno, le apostamos a quien construye  y no destruye, convence y no impone, recordando en cada elección que un buen Gobierno manda obedeciendo y no atropella derechos de los ciudadanos.

La moral de la que habla Rolando Zapata Bello y que argumentó definió su mandato, no solo estuvo lejos de ello, sino que estuvo lejos de estar comentado en los principios éticos. Claro es, que la inmoralidad se espació en éste gobierno que sé va, aún no se ha ido, y por dignidad debe dar la cara ante estos reclamos de injusticia. El abuso de sus colaboradores en varias depencias ha aplastado lo poco que logró en este sexenio, y actuar y poner a estos pillos ante la ley sería lo correcto de lo contrario sería Rolando cómplice.

Las personas que hoy son señaladas en las diversas secretarías cómo en la Segey, Sedeculta, Japay, Sedesol estatal, SSY, Registro civil entre otras dependencias, y que éstos actos corruptos son solapados desde la Consejería jurídica del Gobierno del estado. Ésta gente desconocen que es la moral, y tan sencilla es: “la moral orienta a realizar acciones correctas”, y lo que hoy hay en ellos atenta contra la moral y su deshonestidad en sus desempeños convierte en complice a un Gobierno que hoy nos habla que cumplió 223 de los 227 compromisos de campaña – cierto o no- lo veremos cuando se revise en el Congreso Local su verdadero informe, ¡claro!, sí los diputados hacen realmente su trabajo, ya que eso espera realmente el pueblo yuateco de sus legisladores.

Ante el desatarte final del Gabinete de gobierno de Rolando Zapata,  se muestra que con gente impreparada en las diferentes dependencias de Gobierno, es claro el fracaso ético y moral ya que esas gentes solo pueden captar en sus escasos cerebros que la moral es parte de una costumbre, pero no entendieron todo el significado, de que la moral es más que es un valor, es hacer el bien y hacer de ese bien un estilo de vida, un cultura fraternidad, y no costumbre de atropellar, de abusar del poder, de ejercer imposiciones y favoritismos, beneficiando con plazas, ascendiendo a gentes de manera ilegal, atropellando los derechos de muchos trabajadores que están mucho más antes que ellos.

La ilegalidad no tiene otro nombre, es abuso y corrupción y la impunidad es traición a quiénes eligieron en Rolando Zapata un Gobierno que su puestamente dijo y juró velar por nuestros intereses.

Para concluir podemos afirmar que el gobierno de Zapata Bello llegó sin rumbo claro, y se amalgamó con gente que le propusieron y sus amigos de generación escolar, empezó a empujar para salir con sus compromisos, pero el ego y la deslealtad de sus colaboradores fueron los que lo hicieron caminar de prisa sin objetivo de transcender en la decencia, por eso al final vemos esa perspectiva de un gobierno en vaivén, y la corrupción a su alrededor con la que empezó el hundimiento y la opacidad de lo poco que pudo realizar su Gobierno.

Y pues no se vale que aparte de ladrones, los priistas rolandistas estén engordando la burocracia al nuevo Gobierno que entra, y tal vez, espero equivocarme, con miras a desestabilizarlo con gente estratégica en cada una de las dependencias que está avalando el corrupto sindicato burócrata que tiene manipulado el ex panista y ahora priista, Jervis García Vázquez.