Por: MARIO BENJAMIN VALADEZ MERAZ
No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla y el 21 de julio pasado, Yucatán fue testigo de uno de los decretos más controvertidos de la historia parlamentaria, que los gritos, insultos, frustraciones e inconformidades de los servidores públicos, no tardaron en externarse dentro del recinto legislativo, tras ser aprobada por los diputados del PAN, PVEM, Nueva Alianza y la legisladora sin partido Fabiola Loeza Novelo, la nueva Ley del Instituto de Seguridad Social de los trabajadores del Estado (Isstey).
Sí, en mi colaboración anterior, aseguré que no había necesidad de recurrir a tan “prestigiados” economistas, fue simplemente porque el gobierno del Estado, tenía en sus manos las acciones, para revertir la crisis económica del Isstey. Hoy, después de conocer las “brillantes” propuestas del comité de expertos, puedo afirmar que las de un servidor eran más viables, porque además que no tendrían costos políticos, fueron otorgadas gratuitamente.
Porque es innegable que las transgresiones a los trabajadores al servicio del Estado y municipios, de esta nueva ley, los costos políticos podrían verse en las contiendas electorales del 2024, tanto que el Partido de Acción Nacional, podría perder la gubernatura del Estado, a menos que antes de esas elecciones, el gobierno de Mauricio Vila Dosal, proceda penalmente contra todos aquellos que ocasionaron el quebranto económico del Isstey.
Desconozco los honorarios devengados por los integrantes del comité de “expertos”, pero lo cierto es que el gobierno del Estado, nunca debió apoyarse en quienes lo son solo en la iniciativa privada. Toda vez que son sectores que se contraponen, porque ambos persiguen fines diferentes. Ya que las principales acciones de los empresarios, siempre estarán encaminadas en la búsqueda del lucro, sin importarles las medidas que proyecten con tal de lograrlo. Mientras que el público o gubernamental, sus compromisos son las de proporcionar servicios a la ciudadanía, en los que sobresalgan la calidad y calidez.
En mi punto de vista, los “expertos” desde la primera propuesta se equivocaron, al denotar su desconocimiento y falta de tacto político en la nueva ley del Isstey. Señores, ¿Qué caso tenía aumentar de 30 a 35 los años de servicio obligatorios? Si con solo modificar la edad para jubilarse de 55 a 65, lo primero por sí mismo se daría.
Me queda claro que solo a alguien de la iniciativa privada, pudo ocurrírsele la “brillante” idea de incrementar las cuotas del Isstey del 8 al 15%, propuesta que lesiona la economía de la clase más desprotegida del sector público y quienes personifican los cimientos de la estructura gubernamental.
No sé, sí lo desconozcan, pero les recuerdo, que las percepciones mensuales de la mayoría de estos servidores públicos, en promedio, son de $7,000.00 mensuales y si los descuentos que les realizaban eran: 8% Isstey $560.00 e I.S.R. $488.00 y como percepción neta $5,952.00. Ahora, con la nueva ley el descuento de las cuotas será de $1,050.00, por lo que solo les quedarán $5,462.00. Señores “expertos” ¿Quién en la actualidad puede vivir con ese importe? ¡Nadie!, y todo gracias a sus irresponsables propuestas, que solo contribuyeron a lacerar más la economía familiar de los que menos ganan.
Si su intención era incrementar las cuotas del Isstey. ¿Por qué en lugar de aplicar un porcentaje fijo, no proyectaron tasas diferentes según las percepciones mensuales de cada uno de los servidores públicos? Y esto, señores, aquí y en China eso es justicia. Medida que ayudaría a los trabajadores de menos ingresos y en que en nada afectarían a quienes mensualmente perciben espléndidos sueldos y que son los colaboradores de la actual administración. Ahora, si el gobierno que los sustituirá, deciden sostenerlos, pues simplemente continuaran aportando al Isstey. Pero si sucede lo contrario y son dados de baja. No pasa nada, con tan solo solicitar al instituto, la devolución de sus cuotas, estás en menos que canta un gallo, les serán reintegradas.
Sí, sugerí que fueran incluidos al Isstey todos los trabajadores por contrato, fue simplemente porque no puede haber privilegios para unos y responsabilidades para otros. Toda vez que las leyes son parejas para todos. ¿Acaso los descuentos del I.S.R., no son igualitarios? Sí, a los empleados de base, al incluirlos dentro del convenio que el gobierno tiene suscrito con el Instituto Mexicano del Seguro Social, para la atención médica y hospitalaria, les descuenta el 2% de sus percepciones. Entonces, a los contratados bajo esa modalidad, que también son incluidos dentro del mencionado contrato. ¿Por qué?, no les realizan descuento alguno por esos servicios.
Sí, los expertos hubieran considerado al menos la posibilidad de darles cabida, a todos los trabajadores por contrato dentro del Isstey, no hubiese habido necesidad de incrementar las cuotas. Porque además de excelentemente bien remunerados muchos de ellos, han tardado hasta más de 10 años en obtener su base. Su inclusión podría haber sido factible con tan solo incluir un apartado dentro de la nueva ley, en la que solo generaran un ahorro sin derechos a prestaciones. Mismo que los ayudaría a solventar la crisis económica si son dados de baja del gobierno. Ahora, si llegan a obtenerla, pues de arranque tendrían una buena cantidad ahorrada. Pero como el daño ya está hecho y él hubiera no existe, mejor ahí se las dejó de tarea.
Es innegable que si los “supuestos” expertos al modificar la ley Isstey, no proyectaron candados a las cuotas, tal y como lo sugerí de nada servirá, porque habrá artículos en esta nueva ley, que hablen del pago de intereses por no entregar oportunamente el gobierno del Estado y municipios las cuotas de los trabajadores. Señores, eso y la carabina de Ambrosio, no sirvieron para nada, si lo dudan nomás pregúntenles a Ivonne Ortega Pacheco y Rolando Zapata Bello, sí cubrieron los pagos por dichas sanciones.
Es sorprendente que quien se ostenta ser “supuestamente” el líder de los trabajadores al servicio del Estado, no haya externado comentario alguno sobre la aprobación de la nueva ley del Isstey. Me refiero a Jervis García Vázquez, quién simplemente no dio la cara por sus agremiados. Señor Jervis García, los verdaderos líderes no se esconden en los problemas y solo se asoman cuándo requieren del voto de los trabajadores para reelegirse.
Desgraciadamente para todos ustedes, amigos, trabajadores del Estado y municipios, como la Nueva Ley del Isstey: Consummatum est. Solo les queda acostumbrarse a trabajar más y comer menos. Mérida, yuc.
MARIO BENJAMIN VALADEZ MERAZ.
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