Otro suceso importante, fue que con el voto del PAN en la cámara de diputados, el PRI de Ernesto Zedillo impulsó el incremento del 10 al 15% en la tasa del IVA.
Fue Carlos Salinas de Gortari quien como presidente de la república fijó con el apoyo del Congreso, la tasa del IVA en 10%.
Hasta aquí, podemos observar que el PRI y el PAN han hecho alianzas duraderas y de fondo en la estructura del sistema.
Pero un poco más atrás, se dieron las concertacesiones llamadas ahora “arreglijos”, pues las primeras son un tabú insoportable para el PAN. Fue con el PRI de Carlos Salinas y el PAN de Diego Fernández de Cevallos y Luis H. Alvarez y Carlos Castillo Peraza y Felipe Calderón, que se entendieron bien para aceptar los resultados electorales que le dieron el triunfo al PAN en Baja California Sur en 1989, Guanajuato 1991 y Chihuahua en 1992. Otra alianza fuerte entre ambos partidos que como se ve se entendieron en el pasado y también en el presente.
Sin entrar en detalles y solo para ilustrar el hecho de que el presidente Felipe Calderón no es un político que haya nacido apenas en el 2006, mucho menos que sea el héroe solitario. Él pertenece a la generación de políticos encabezados por Carlos Salinas de Gortari, que han gobernado al país durante los últimos 29 años, desde el arribo de éste al gabinete presidencial con Miguel de la Madrid Hurtado al frente de la Secretaría de Programación y Presupuesto.
Para rematar, una más de las alianzas de Calderón con el PRI fue la aprobación del presupuesto de ingresos para el 2010, en el cual, el presidente panista pretendía subir el IVA del 15 al 20% y grabar medicinas y alimentos. Al final, el PRI propuso solo un incremento del 15 al 16%, tasa que nos rige hasta el momento. Y a pesar de que se dijo sería momentánea solo mientras se estabilizara la economía del país luego de la crisis económica, se ha quedado de manera permanente.
Así, pues, el presidente Felipe Calderón luego de ser el gran aliado del PRI, mira sus ojos hacia su enemigo histórico, cuanto más, el más grave peligro de su presidencia: el PRD.
Y agarrado de la mano del convenenciero Jesús Ortega, pretende llegar al 2012 para no perder la presidencia.
El presidente es un “aliancista” dice Gustavo Madero con cierto orgullo, pero habría que ver qué tipo de aliancista es. De tumbo en tumbo, sin ideología, sin principios, sometiendo al PAN a sus caprichos, imponiendo presidentes nacionales a la vieja usanza del PRI hegemónico y dirigiendo al país con bastantes graves desatinos en los rubros económicos, sociales y políticos. Ese es Calderón, el que ha sido acusado de incapaz de ponerle un alto a los delincuentes, el que solo gana una elección con la bandera del PRD y candidatos surgidos del PRI; el que se sumerge en el océano de incongruencia y la opacidad, la corrupción institucional y el desmedido desvío del erario.
La alianza del PAN con el PRD, será útil para la izquierda, pero nunca para la derecha. Porque la izquierda tiene vida propia y la derecha es vida “prestada”.
Porque la izquierda tiene líderes y la derecha caricaturas de dirigentes.
Porque la izquierda aún tiene modelos de lucha a seguir mientras que la derecha se ahogó en su moral “mojigata”.
Porque la izquierda tiene más aliados como el PT y Convergencia, y el PAN está solo.
De nada servirá la alianza PAN con PRD, ahora que se va Jesús Ortega. De nada ahora que AMLO ya amagó con retirarse del PRD.
¿Y el PAN, podrá salir adelante solo?.
Creo que la pregunta estaría mejor así ¿por qué el PAN está decidido a buscar una alianza con el PRD?, ¿cómo es que se sienten tan débiles si tienen todo?, ¡son el poder ejecutivo, y tienen al partido de Estado!.
Felipe Calderón se aferra a prolongar su sueño, pero olvida que sin el PRI, el PAN sería nada, absolutamente nada.
