ROMA, 8 dic (Reuters) – El papa Francisco realizó este miércoles una visita privada antes del amanecer a un hito religioso de Roma debido a la pandemia del coronavirus y criticó a los “corazones de piedra” de quienes no se conmueven ante el sufrimiento de los migrantes.
El Sumo Pontífice, vestido con un abrigo blanco debido al frío, llegó cerca de las escaleras de la Plaza de España de Roma antes de las 6.15 hora local (0515 GMT) y permaneció en el lugar durante 10 minutos. Rezó y colocó una cesta de rosas blancas en la base de una columna de 12 metros con una estatua de la Virgen.
El 8 de diciembre, el día de la Inmaculada Concepción, es un día festivo en Italia y en algunos otros países de tradición católica. Por segundo año consecutivo, Francisco se vio obligado a cancelar una tradicional ceremonia pública vespertina que habría atraído a miles de personas, aumentando la posibilidad de contagios.
Un comunicado del Vaticano dijo que el Santo Padre había rezado por la sanación de las víctimas del COVID-19, la guerra y el cambio climático y pidió a la Virgen que “derrita los corazones de piedra de quienes levantan muros para alejar el dolor ajeno”.
La crisis migratoria mundial fue uno de los temas centrales de su reciente viaje a Chipre y Grecia, que finalizó el lunes.
Durante ese viaje, condenó la explotación de los migrantes con fines políticos, tachó de “naufragio de la civilización” la indiferencia mundial ante su situación y lamentó que Europa estuviera en “la era de los muros y las alambradas”.
En la isla griega de Lesbos, que acoge a varios miles de refugiados, dijo que era “penoso” que algunos líderes europeos quisieran utilizar fondos comunes para construir un muro y colocar alambre de púas para impedir el paso de los migrantes.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha pedido que la UE financie conjuntamente un muro fronterizo para frenar la llegada de migrantes que arriban a Polonia desde Oriente Medio a través de Bielorrusia.
