El presidente electo de México Enrique Peña Nieto y el presidente saliente Felipe Calderón Hinojosa, protagonizaron ayer el inicio de la transición gubernamental en una reunión en los Pinos, marcada por el respeto, la cordialidad y la civilidad. Y en el marco de dicho acto, Enrique Peña Nieto resaltó:
Se tomarán todas las medidas necesarias para preservar la estabilidad del país en el ámbito económico, social y en la gobernabilidad.
Quiero señalar, de manera puntual, que el objetivo de esta transición armoniosa e institucional tiene por propósito no
interrumpir el funcionamiento de la Administración ni durante el proceso, ni tampoco al inicio de la próxima Administración.
Y que el interés de un servidor, es reforzar e imprimirle a la Administración que habré de encabezar una mayor eficacia para la
concreción de logros y resultados en beneficio de los mexicanos.
Reitero, al señor Presidente de la República, mi reconocimiento y mi agradecimiento por la plena disposición que ha mostrado al inicio de estos trabajos para la transición que, sin duda, dan cuenta y acreditan el avance democrático que nuestro país hoy tiene, y que hace posible que la renovación y la titularidad en el Poder Ejecutivo se dé de manera ordenada, transparente y en clara y señalada estabilidad para todo el país.
PD.- La civilidad que muestran ambos equipos, envía un mensaje positivo a la nación. Lo que en política se agradece pues México demanda de sus gobernantes responsabilidad ante los graves rezagos nacionales y por ende, resultados concretos y precisos. Civilidad que tranquiliza a los mercados nacionales e internacionales, así como a la clase política del país y abona al clima de sólida esperanza cívica de tener en esta nueva era prosperidad y bienestar para todos.
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