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Guterres, jefe de la ONU, visita un Haití asolado por las pandillas

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Por Harold Isaac y Michelle Nichols

PUERTO PRÍNCIPE/NACIONES UNIDAS, 1 jul (Reuters) – El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, visitó Haití el sábado para llamar la atención sobre la crisis a la que se enfrenta el empobrecido país caribeño en su lucha contra las bandas violentas que han invadido gran parte de la capital, Puerto Príncipe.

La visita de Guterres se produce casi nueve meses después de que respaldara una petición de ayuda del gobierno de Haití y propusiera que uno o más países enviaran una “fuerza de acción rápida” para apoyar a los servicios de seguridad haitianos. Todavía no se ha desplegado ninguna fuerza de este tipo, ya que ningún país ha tomado la iniciativa.

“Estoy en Puerto Príncipe para expresar mi total solidaridad con el pueblo haitiano y hacer un llamado a la comunidad internacional para que continúe apoyando a Haití, incluso con una fuerza internacional robusta para ayudar a la Policía Nacional de Haití”, dijo Guterres en Twitter. “Este no es el momento de olvidar a Haití”.

Guterres dijo en abril al Consejo de Seguridad de la ONU que veía la inseguridad en Puerto Príncipe como “comparable a la de países en conflicto armado” y afirmó que los haitianos enfrentaban una de las perores crisis de derechos humanos en décadas.

En septiembre del año pasado, las bandas agravaron la crisis humanitaria al bloquear durante seis semanas una terminal de combustible, paralizando la mayor parte de la actividad económica. En octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU sancionó al gángster más poderoso de Haití, acusado de liderar el bloqueo en protesta por los recortes del gobierno en las subvenciones al combustible.

Estados Unidos y Canadá también han impuesto sanciones a figuras políticas y empresarios haitianos.

Aunque la propuesta de Guterres de crear una fuerza de acción rápida ha recibido un amplio apoyo y varios países han expresado su interés en contribuir, ninguno se ha ofrecido voluntario para liderar un despliegue, según los diplomáticos.

Los países se han mostrado cautelosos a la hora de apoyar al gobierno no electo del primer ministro Ariel Henry, quien ha afirmado que no pueden celebrarse elecciones justas en la situación de inseguridad actual. Haití lleva sin representantes electos desde enero.

Henry, quien asumió el poder en julio de 2021 días después del asesinato del presidente Jovenel Moise, se ha comprometido a dejar el cargo el 7 de febrero de 2024, después de posponer repetidamente las elecciones citando primero un terremoto en agosto de 2021 que mató a más de 2.000 personas, y luego la violencia de las bandas.

Guterres dijo al Consejo de Seguridad en abril que las bandas han ido estrechando su control en torno al área metropolitana de Puerto Príncipe, “donde ninguna comunidad se libra ahora de las guerras territoriales relacionadas con las bandas.”

“En muchas zonas afectadas por la violencia, la actividad económica sigue completamente paralizada. Al mismo tiempo, ha aumentado el número de personas que abandonan Haití, tanto por mar como a través de la frontera terrestre con la República Dominicana”, afirmó.

La agencia de la ONU para los refugiados dijo que unas 73.500 personas huyeron de Haití el año pasado. Naciones Unidas afirma que 5,2 millones -casi la mitad de la población de Haití- necesitarán ayuda humanitaria en 2023. Ha solicitado 720 millones de dólares para suministrar ayuda este año, pero hasta ahora sólo está financiada en un 23%.

Guterres ha dicho que la policía haitiana calcula que hay siete grandes coaliciones de bandas y unos 200 grupos afiliados. Han tendido emboscadas y atacado a las fuerzas de seguridad, mientras que “otras tácticas de las bandas incluyen sembrar el terror disparando indiscriminadamente a los pasajeros del transporte público y las violaciones”.

Cualquier fuerza militar de acción rápida dirigida por extranjeros no se desplegaría como misión de la ONU, pero probablemente recibiría el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. Estados Unidos ha dicho que buscaría una resolución del Consejo para mostrar su apoyo a una operación de este tipo, pero los diplomáticos dijeron que eso sólo ocurriría una vez que se formara una fuerza.

Actualmente hay desplegada en Haití una misión política de la ONU.

Las fuerzas de paz de la ONU se desplegaron en Haití en 2004 tras una rebelión que llevó a la destitución y exilio del entonces presidente Jean-Bertrand Aristide. Las tropas de mantenimiento de la paz se marcharon en 2017 y fueron sustituidas por la policía de la ONU, que se marchó en 2019.

Los haitianos desconfían de una presencia armada de la ONU. El país estuvo libre de cólera hasta 2010, cuando las fuerzas de paz de la ONU vertieron aguas residuales infectadas en un río. Más de 9.000 personas murieron a causa de la enfermedad y unas 800.000 enfermaron.