GLASGOW, 1 nov (Reuters) – Más de un millar de delegados hicieron cola durante más de una hora para asistir a los discursos de apertura de la cumbre sobre el clima de la ONU en Glasgow, abrigados contra los fuertes vientos invernales de Escocia y la mayoría con mascarillas para evitar la propagación del COVID-19.
Sin embargo, el distanciamiento social fue casi imposible cuando la multitud tuvo que dirigirse a los tornos de entrada para los controles de seguridad y para mostrar los resultados de las pruebas negativas de coronavirus.
“Tenemos suerte, al menos no llueve”, dijo Tereze Koubkova, de la delegación de la República Checa, mientras esperaba fuera de la “zona azul” de la conferencia COP26 a los delegados de los Gobiernos, dirigentes empresariales, representantes de ONG y periodistas.
En medio de la muchedumbre de gente, un grupo de activistas gritaba consignas y hacía sonar una remezcla de música electrónica de los antiguos discursos de la activista Greta Thunberg.
Se exigió a los delegados que presentaran resultados negativos de pruevas diarias de COVID-19 antes de que se les permitiera entrar en el recinto.
La delegación estadounidense anunció el lunes por la mañana que la prueba del Presidente Joe Biden estaba limpia.
Algunos dirigentes llegaron en vehículos eléctricos Jaguar, marcando el tono de una conferencia cuyo objetivo es planificar el abandono de los combustibles fósiles. Antes de entrar, los dirigentes se detuvieron para hacerse fotos en una alfombra gris colocada frente al fondo azul del logotipo de la COP26.
Con vistas a la multitud cerca del lugar de celebración, una niña sostenía una pancarta casera desde una ventana del hotel en la que instaba a los delegados a salvar el planeta, hasta que los adultos de la sala le pidieron que se alejara.
