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Huelga en la UADY, a río revuelto, ganancia de pescadores

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“A río revuelto, ganancia de pescadores”

 

El derecho de los trabajadores a un salario digno y a manifestarse a través de los causes legales como la huelga, es innegable. Estamos seguros de que los sindicalizados de base y muchos de los alumnos y profesores de la UADY que se han solidarizado con los agremiados del AUTAMUADY, lo han hecho de manera honesta, valiente y desinteresada. Los salarios en México para la clase trabajadora son injustos e insuficientes debido al modelo neoliberal que ha dominado nuestro país en los últimos treinta años, por eso entendemos también el malestar social generalizado. Sin embargo, enfrentamos una realidad negativa para todos: trabajadores, estudiantes y sociedad en general.

Al parecer, el conflicto en la Universidad Autónoma de Yucatán, se encuentra estancado en un profundo cráter. Lo que lleva a preguntarnos: ¿A quiénes beneficia que el conflicto laboral continúe? ¿Es la huelga, a estas alturas, un conflicto exclusivamente de carácter laboral?

Hasta hace unas semanas las manifestaciones a favor de las causas justas apenas lograban reunir a decenas de personas. La mayoría de los ciudadanos no parecían estar preocupados por las dificultades que las familias de los trabajadores manuales y administrativos de la universidad enfrentan todos los días para salir adelante, a pesar de que sus condiciones laborales son semejantes e incluso superiores a sus homólogos en la iniciativa privada y en muchas instituciones públicas. Las dirigencias sindicales parecían más preocupadas en acumular prebendas que en mejorar las condiciones de sus agremiados y, ahora, ¿qué sucedió?

Como ciudadanos comunes y corrientes debemos saber que la información de la que disponemos siempre es y será limitada, pues solamente sabremos hasta donde los grupos de poder quieren que los ciudadanos sepamos. En muchos de los conflictos de esta naturaleza, al margen de la buena intención de quienes participan, existen cúpulas involucradas cuyos intereses rebasan nuestra mente e imaginación.

Es necesario estar conscientes, para no ser objeto de manipulación de grupos de poder con nombre y apellido, que están interesados en prolongar el conflicto, para desequilibrar y acceder al control de la universidad mediante el oportunismo.

Habría que establecer muchos de los puntos importantes que han pasado desapercibidos y que giran alrededor de este proceso de huelga llevado a cabo por la AUTAMUADY.

PRIMERO. El pasado lunes 2 de febrero, día en que se efectuó la Asamblea convocada por la directiva de la Asociación Única de Trabajadores Administrativos y Manuales de la Universidad Autónoma de Yucatán, hay que destacar, que fueron exclusivamente los delegados sindicales los que se opusieron al método de la votación secreta, obligando así a sus agremiados a proceder mediante una votación abierta, aún en contra de la gran mayoría de los trabajadores convocados.

SEGUNDO: En todos los lugares se cuecen habas. Y, si son muchos los que han aprovechado el estallido de la huelga son muchos más los que están obteniendo beneficios de carácter económico. Existe un fuerte rumor tanto en redes sociales como entre los propios trabajadores sindicalizados sobre generosas cantidades de dinero que han recibido algunos delegados, no todos, de escuelas y facultades, incluyendo a la dirigente del sindicato.

TERCERO: Debemos recordar que fue tan sólo hace poco más de dos meses que se efectuó en la UADY el proceso de elección de rector, donde participó el Dr. Jorge Zavala Castro, actual director del Centro de Investigaciones Regionales “Hideyo Noguchi”, quien junto con la directora de la Facultad de Ciencias Antropológicas, Dra. Genny Negroe Sierra y el director de Ingeniería, José Humberto Loria Arcila, financian y azuzan a los estudiantes, investigadores, profesores y trabajadores de sus facultades para que no acepten ninguna propuesta de parte de las autoridades universitarias y prologar, así, la huelga, hasta lograr el verdadero fin que persiguen, la renuncia del Dr. José de Jesús Williams y el nombramiento del Dr. Jorge Zavala como nuevo rector de la universidad, violentando con esto la voluntad ejercida por la gran mayoría de los miembros del Honorable Consejo Universitario. Todo esto encaminado a encubrir y mantener los negocios sucios que actualmente manejan en sus facultades, la malversación de fondos y el manejo discrecional de los recursos humanos y financieros que actualmente controlan. Por lo tanto, sería conveniente auditar esas facultades y transparentar su manejo financiero y administrativo.

CUARTO: Todo apunta que existe el interés de grupos partidistas en contra de la Universidad Autónoma de Yucatán. Hasta hace unos días fue una diputada del Congreso Estatal la que en un programa de televisión local, opinó a favor del proceso de huelga. Otro ejemplo, fue la conferencia de prensa que ofreció el Frente Amplio Social en Yucatán donde clara y abiertamente se intentó intervenir en asuntos de la vida interna de nuestra universidad. Personajes como los ya mencionados, debemos recordar, no actúan por sí solos, sino por lo general, esperan el famoso “lineazo” para actuar e, incluso, emitir una declaración.

Reconocemos el derecho legítimo de los trabajadores a mejorar sus condiciones de vida, por eso no queremos que intereses de grupos de poder (externos e internos a la universidad) se aprovechen del movimiento, prolongándolo y politizándolo, buscando únicamente el control de la UADY. ¡Fuera los políticos y los universitarios falsos y oportunistas de la UADY! ¡Sí a la solidaridad y apoyo a nuestros compañeros manuales, su trabajo es fundamental para nuestra universidad y para toda la sociedad!

Miguel Sánchez