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Japón eximirá de las pruebas COVID-19 de ingreso a los viajeros vacunados

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TOKIO, 24 ago (Reuters) – Japón renunciará a las pruebas de COVID-19 para ingresar al país a los viajeros vacunados que lleguen, pero se mantendrán los límites diarios de entrada, declaró el miércoles el primer ministro, Fumio Kishida.

Japón ha mantenido algunas de las medidas fronterizas más estrictas contra la pandemia entre las principales economías, exigiendo a los viajeros que presenten un resultado negativo en la prueba del coronavirus realizada en las 72 horas previas a la salida.

“A partir del 7 de septiembre, ya no exigiremos a las personas que se hayan vacunado tres veces que presenten pruebas de que no están infectadas”, dijo Kishida, que se dirigió a los periodistas a través de internet mientras se recupera del COVID-19 en su residencia oficial.

Grupos empresariales nacionales y extranjeros han instado a una mayor relajación de los controles fronterizos de Japón, diciendo que las medidas corren el riesgo de infligir más dolor económico.

Kishida dijo en mayo que quería equiparar las medidas fronterizas de Japón con las de otros países del Grupo de los Siete.

En junio, Japón se abrió a los turistas por primera vez en dos años, pero la exigencia de que soliciten visados y se ciñan a las visitas guiadas y a los paquetes turísticos ha hecho que el número real de visitantes sea reducido.

Medios locales informaron el martes que Japón podría aumentar el límite diario de viajeros entrantes de 20.000 a 50.000, pero no se ha tomado ninguna decisión, dijo Kishida.

“Seguiremos relajando estas medidas gradualmente”, dijo. “Esperamos anunciar algo pronto en función de la configuración de la cuarentena y la situación de las infecciones”.

La flexibilización de las fronteras se produce en un momento en el que Japón se enfrenta a una séptima oleada de infecciones, impulsadas por las variantes BA.4 y BA.5, altamente contagiosas, que han obligado a las empresas a paralizar las líneas de producción y han hecho que las muertes por COVID-19 alcancen la cifra récord de 343 el martes.

No obstante, Kishida está impulsando una estrategia de vivir “con corona” para capear el brote sin imponer restricciones a las empresas, ni a la movilidad, y centrando los recursos médicos en los ancianos y los pacientes de alto riesgo.