Por Tetsushi Kajimoto
TOKIO, 10 ago (Reuters) – La inflación mayorista de Japón se redujo por séptimo mes consecutivo en julio, al disminuir la presión de los altos precios mundiales de las materias primas, un dato que, según los economistas, probablemente animará al banco central a mantener su estímulo monetario.
El aumento del 3,6% en el índice de precios de bienes corporativos (IPCB), que mide el precio que las empresas se cobran entre sí por sus bienes y servicios, está ligeramente por encima de la previsión media del mercado de un aumento anual del 3,5% y sigue a un aumento anual del 4,3% en junio.
Se trata de la inflación mayorista más lenta desde marzo de 2021, cuando los precios se tornaron positivos para marcar un crecimiento del 1,0%, según mostraron los datos del Banco de Japón (BOJ).
Tras alcanzar un máximo del 10,6% en diciembre, la inflación mayorista se ha desacelerado durante siete meses consecutivos. En términos intermensuales, los precios al por mayor subían un 0,1%, por primera vez en tres meses.
Los datos confirmaron que han disminuido las presiones de las importaciones sobre la inflación, lo que a su vez afecta al coste de los bienes de las empresas, mientras que los precios de las materias primas también se han estabilizado.
“Dado que el coste de los insumos sigue su curso, las presiones al alza de los precios disminuirán gradualmente. A medida que los precios de los bienes corporativos nacionales sigan desacelerándose, los precios al consumo también lo harán a partir de otoño”, afirmó Takeshi Minami, economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin.
“Por lo tanto, el actual estímulo a gran escala se mantendrá por el momento”, añadió.
Las subvenciones del Estado para mitigar el impacto de la subida de las facturas de los servicios públicos —que redujeron en 0,6 puntos porcentuales el aumento general de los precios al por mayor— también han frenado el alza de los precios, añadió.
Un desglose de los datos mostró que los precios de importación en yenes cayeron un 14,1% en julio respecto al año anterior y los precios base de los contratos bajaron un 15,6%, retrocediendo por cuarto mes consecutivo y aliviando las preocupaciones sobre las elevadas facturas de importación para las empresas que dependen de las importaciones.
En su reunión de julio, el Banco de Japón mantuvo sin cambios sus objetivos de control de la curva de rendimientos, pero tomó medidas para permitir que los tipos de interés a largo plazo subieran más libremente en consonancia con el aumento de la inflación y el crecimiento.
