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Los estudiantes que desafiaron a Chávez hoy jaquean a Maduro

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CARACAS.- “Sepan administrar su victoria, pero ya la están llenando de mierda. ¡Es una victoria de mierda! Y nuestra derrota es de coraje, es de valor y de dignidad”. Diciembre de 2007. Un enfurecido Hugo Chávez acaba de caer derrotado en las urnas por primera vez desde 1998 en un referéndum para modificar la Constitución, imponer un Estado socialista y eliminar el artículo que impedía una reelección tras otra.

Con todo el aparato del Estado a su servicio y subido a la ola de popularidad apoyada por el boom de los precios del petróleo, Chávez se topa con un enemigo desconocido, que muy poco tiene que ver con la oposición clásica: el movimiento estudiantil. Un grupo de jóvenes lideran la campaña del no y llenan las calles de entusiasmo democrático.

La sorpresa fue tan descomunal que las leyendas que recorren el Palacio de Miraflores aseguran que una de sus paredes y sus propios nudillos sufrieron la ira del caudillo. Pero en su catecismo democrático no cabía semejante resultado: Chávez impuso las leyes socialistas a golpe de ley habilitante y forzó un nuevo referéndum 14 meses después.

Al frente del Movimiento Estudiantil estaban quienes mantienen un desafío inédito contra la todopoderosa revolución, que hoy disputa su tercer asalto en las calles con la convocatoria de “megamarchas” por todo el país y una cadena humana en la frontera, aprovechando la celebración del Día de la Juventud.

El presidente encargado, Juan Guaidó, fue de los primeros en participar en las protestas por el cierre del canal de televisión RCTV. Pintó sus manos de blanco y comenzó a horadar la hegemonía bolivariana. Una trayectoria parecida a la de su vicepresidente segundo en el Parlamento, Stalin González, hijo de izquierdistas y antiguo militante de la marxista Bandera Roja, hoy en el socialcristiano Un Nuevo Tiempo. Freddy Guevara, Daniel Ceballos, Juan Andrés Mejía, Manuela Bolívar, Yon Goicoechea, Lester Toledo, Gaby Arellano y David Smolansky militan hoy, como Guaidó, en Voluntad Popular, partido creado por Leopoldo López. La noche de la victoria, el preso político más emblemático del chavismo presenció en directo el festejo de los jóvenes que meses más tarde pasaron a formar parte de su partido.

Allá estaba el hispanovenezolano Goicoechea, agitando una bandera venezolana subido en un camión, una de las postales icónicas del triunfo. “Sin duda hemos aprendido la lección, ahora estamos mucho más cerca”, recordó para LA NACION. “Ahora estamos todos unidos contra la dictadura, comprometidos como nunca antes. Estamos encaminados para el futuro”, aseguró convencido uno de los expertos petroleros del Plan País, que también fue encarcelado durante 14 meses en el Helicoide, la siniestra sede de la policía política. “Váyanse al carajo que aquí estamos los jóvenes y nadie nos va a detener”, arengó Mejía la semana pasada a los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Este diputado es hombre clave en la puesta en marcha del Plan País, concebido para el día después.

Guevara, uno de los voceros de 2007 y exvicepresidente del Parlamento, está asilado en la embajada de Chile en Caracas. Smolansky es el coordinador de la OEA para la crisis de refugiados y emigrantes venezolanos. Ceballos, exalcalde de San Cristóbal y líder político de la rebelde Táchira, permanece en arresto domiciliario tras tres años encarcelado. Bolívar da la cara en el Parlamento, y los exiliados Toledo y Arellano coordinan la ayuda internacional en el centro de acopio de Cúcuta.

Allá en la frontera de Colombia también están el médico y diputado exiliado José Manuel Olivares, quien junto a Miguel Pizarro y Juan Requesens conforma el núcleo estudiantil de Primero Justicia en el Parlamento. Pizarro, desde la presidencia de la Comisión Especial de Seguimiento de la Ayuda Humanitaria, aseguró ayer que la red de voluntarios “ya tiene más de 90.000 inscriptos”.

Mientras tanto, Requesens, el amigo de todos, cumple 189 días en prisión, acusado de ser cómplice en el supuesto atentado de los drones. Torturado por la policía política, espera en su celda del Helicoide que los jueces quieran celebrar una audiencia preliminar suspendida un mes tras otro. No existe una sola prueba contra él, más allá de un video grabado entre torturas en el que se declaró cómplice bajo el efecto, según fuentes familiares, de la burundanga, droga capaz de anular la voluntad.

Declaración sobre Venezuela

La Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires expresó en un comunicado su preocupación por el deterioro institucional de Venezuela y calificó el régimen de Nicolás Maduro de “fraudulento” y “autoritario”. Además, consideró “necesaria una acción colectiva”, decidida por el sistema interamericano, para restablecer la paz en el país.

Fuente: Yahoo noticias