En Yucatán son alrededor de 20 dependencias federales que aún cobijan a funcionarios federales de extracción panista, o del grupo del entonces presidente Felipe Calderón. Y cientos de funcionarios que se mantienen en sus cargos a pesar de tener un nuevo delegado federal.
Decenas de militantes priístas, profesionistas, aún mantienen vivas las esperanzas de ser tomados en cuenta, mientras que otros ya de plano abortaron en su intención.
“Nos rompimos la … y nadie nos tomó en cuenta”, afirman unos; otros de plano han perdido la esperanza pues aseguran son 9 meses y el único argumento que reciben es “aguanta vara”.
El malestar entre estos priístas es grande toda vez que en la entidad, por razones “cero”, se mantienen a panistas connotados “pegados a la ubre”.
“Ya me pedirán que vuelva a apoyar en las campañas”, dices unos; otros, de plano se han alejado de la actividad política en busca de sustento.
Algunos casos son dramáticos pues han tenido que subemplearse, unos como taxistas y otros como vendedores de cambaceo.
El cambio de gobierno está tomando matices diferentes, pues el arribo del PRI a la presidencia de la república no significó precisamente alegría para todos los priístas.
MSL
