DOHA/GINEBRA, 28 ene (Reuters) – Funcionarios de la ONU pidieron el domingo a los países que reconsideren la pausa en la financiación de la agencia de la ONU para los palestinos, prometiendo castigar a los implicados en el ataque de Hamás contra Israel y advirtiendo de que está en juego la ayuda para unos dos millones de personas en Gaza.
Al menos nueve países, entre ellos los principales donantes, Estados Unidos y Alemania, suspendieron la financiación de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) tras las acusaciones de Israel de que una decena de sus 13.000 empleados en Gaza participaron en el ataque del 7 de octubre.
“Aunque comprendo su preocupación -yo mismo me sentí horrorizado por estas acusaciones-, hago un llamamiento enérgico a los gobiernos que han suspendido sus contribuciones para que, al menos, garanticen la continuidad de las operaciones de la UNRWA”, dijo el domingo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien prometió exigir responsabilidades a “cualquier empleado de la ONU implicado en actos de terrorismo”.
Según indicó, esto podría incluir el enjuiciamiento penal, una medida poco común dentro del organismo mundial, ya que la mayoría del personal goza de inmunidad funcional, aunque Guterres tiene el poder de renunciar a ella.
Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA, también instó a los países a “reconsiderar sus decisiones antes de que la UNRWA se vea obligada a suspender su respuesta humanitaria.” Actualmente se está llevando a cabo una investigación de la ONU sobre las acusaciones israelíes.
Más de 26.000 personas han muerto en la campaña militar de Israel contra Hamás en Gaza, según el Ministerio de Salud del enclave. Los flujos de ayuda, como alimentos y medicinas, hacia el territorio son apenas un goteo respecto a los niveles previos al conflicto, por lo que aumentan las muertes por enfermedades evitables y el riesgo de hambruna, según los responsables de la ayuda humanitaria.
Desde los ataques del 7 de octubre, en los que murieron 1.200 personas en Israel, la mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza dependen de la ayuda que proporciona la UNRWA, entre ellos cerca de un millón que han huido de los bombardeos israelíes refugiándose en sus instalaciones.
Observadores y trabajadores humanitarios afirmaron que la medida de los donantes agravaría el hambre.
“Donantes, no maten de hambre a los niños por los pecados de unos pocos cooperantes”, dijo Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados. Michael Fakhri, experto en derecho a la alimentación nombrado por la ONU, advirtió de que los recortes de financiación hacen “inevitable” ya la hambruna en Gaza.
Los palestinos expresaron su indignación por los recortes de financiación.
“Solíamos decir que Israel estaba lanzando una guerra de hambruna contra nosotros en paralelo a su guerra de destrucción, ahora los países que suspendieron la ayuda a la UNRWA se declararon socios en esta guerra, y castigo colectivo”, dijo Yamen Hamad, que vive en una escuela gestionada por la agencia en Deir Al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, después de huir del norte del enclave.
LARGA DISPUTA
El ministro egipcio de Relaciones Exteriores, Sameh Shoukry, se mostró “sorprendido” por la medida de suspender la financiación de la UNRWA y afirmó que provocará más sufrimiento a los palestinos.
“¿Está esta acción vinculada a la política de castigo colectivo utilizada contra los civiles en Gaza? Son preguntas que podemos seguir haciéndonos”, declaró en rueda de prensa.
El papel de la UNRWA ha sido criticado durante mucho tiempo por Israel, que alega que ha apoyado a Hamás durante años, acusación que la agencia niega.
El Ministro de Relaciones Exteriores israelí, Israel Katz, pidió el sábado que se sustituya a la agencia e instó a más países a recortar su financiación. El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, declinó responder de forma directa a Katz, pero dijo que la UNRWA tenía en general un sólido historial.
El Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, acusó a Israel de dirigir una campaña opresiva contra la agencia. “La campaña pretende liquidar la cuestión de los refugiados palestinos”, dijo en un comunicado.
El alto cargo de Hamás Sami Abu Zuhri señaló que las acusaciones israelíes contra la UNRWA son un desafío a la decisión del viernes de la Corte Internacional de Justicia que ordenó a Israel impedir actos de genocidio en Gaza.
Israel aún no ha dado públicamente detalles sobre la presunta implicación de miembros del personal de la UNRWA en el ataque contra Israel. Guterres dijo que 12 miembros del personal estaban implicados y que nueve fueron despedidos, uno estaba muerto y las identidades de los otros dos se estaban aclarando.
No hubo señales inmediatas de que los países hicieran caso al llamado de la ONU para restablecer la ayuda. Sin embargo, Noruega e Irlanda afirmaron que seguirían financiando a la agencia.
