Desde la incorporación de la tecnología muchos de los hábitos cotidianos de los usuarios fueron cambiando en la medida que se fueron desarrollando para mejorar la vida humana. Algo que venía sucediendo desde tiempo atrás. Ejemplo ello fue los casetes de música que permitió que los amantes de la música pudieron grabar en las cintas la música de gusto para ser transportadas en diferentes lugares.
Después surgió los llamados CD-ROM que tuvo la misma función con la facilidad de ser incorporados como un elemento más de los equipos informáticos. Esto permitió una funcionalidad y transportabilidad de datos que incorporó no solo los archivos, sino también, de cualquier tipo de archivo multimedia como los videos y la música de cualquier formato.
Hoy en día estamos revolucionando el tema de la distribución de contenidos de multimedia, específicamente de películas, series de televisión y hasta canales en vivo. En gran medida gracias a la consolidación de los servicios de comunicación de Internet por banda ancha a altas velocidades en los hogares de los usuarios.
Ejemplo de este servicio de peliculas online es Pelis Play un sitio que nos ofrece un sin número de alternativas de películas y series de televisión que pueden ser consultadas desde cualquier computadora conectada a la red.
Este desarrollo tecnológico ha venido a transformar la vida y las costumbres para los amantes de las películas. Porque permite la accesibilidad de estos medios multimedia en la comunidad de una casa y gracias a los nuevos dispositivos de televisión que incorporan el Internet a su funcionalidad.
¿Qué tan legal es este servicio?
Uno de los temas que siempre han estado en la discusión de estos servicios es la legalidad de estos servicios. Aunque se han puesto candados para detener la publicación y distribución es un hecho de que las lagunas legales y la falta de los convenios internacionales para el control de la información en la red, permiten que esos servicios aún persistan y dependiendo de las restricciones de algunos servicios por bloqueo de IP sigan siendo accesible a los usuarios.
Hay países que han intentado restringir también el consumo. Es decir, la sanción para los que entran y disfrutan de estos contenidos. Pero resulta muy difícil por la complejidad del rastreo efectivo y bien orientado a “castigar” al responsable de esa conducta.
Sin embargo, hay dos consideraciones que vale la pena establecer con precisión. Por un lado, estos servicios permiten a las mismas empresas conocer impactos mediáticos y la recepción de los usuarios a las producciones cinematográficas y televisivas. Los comentarios que se publican en estos servicios permiten valorar las tendencias de los gustos de los espectadores que permiten la valoración para futuros proyectos.
También se considera que los verdaderos cinéfilos, por más accesibilidad que permitan estos sitios de streaming, no se sustituye la experiencia de gozar de una buena película en salas de exhibición correspondientes.
A pesar de estas consideraciones, el servicio de películas y series en línea es una realidad y está en la disposición de los usuarios que se interconectan a la Internet, expandiendo los servicios de la red y facilitando a los usuarios el acceso a las producciones multimedia. Sobre todo por ser películas gratis.
