II.- Ridículo también se ven Gustavo Madero, como César Nava, pues andan como “jilgueros sueltos” de alegría pregonando el triunfo de su “alianza” con el PRD en la tierra guerrerense; postura cuanto más penosa. Si el PAN y su candidato de apellido Parra hubieran ganado la elección junto con el PRD en coalisión sería diferente la cosa, eso sí sería un triunfo panista. Pero ¿en qué lugar quedó Parra?; bueno primero que nada quedó como payaso al mostrar en televisión su voto a favor de la Coalisión PRD, PT, Convergencia “Guerrero nos une”, de la cual no formó parte el PAN.
III.- Aquí en Yucatán, Beatriz Zavala presumió en su cuentas personal de facebook un triunfo inexistente del PAN en Guerrero. Ávida de alicientes, ahora que viene Patricio Patrón a despojarla de su sueño de ser candidata a la gubernatura, la candidata perdedora a la alcaldía de Mérida, suelta al viento su “felicitación” por tan “glorioso” triunfo del priísta Angel Aguirre Rivero. ¡Que tal!. Los panistas festejaron que ganaran los priístas en Guerrero. Dios mío.
IV.- Se me hizo más sensato el comentario de la “chiquilla” (apodo cariñoso que posee un cuadro joven del PAN), que me dijo: “es una maravilla haber frenado al PRI en Guerrero, aunque sea con sus propios disidentes”. Y digo sensato, que no real ni verdadero, porque el PAN no frenó al PRI en esa entidad. Incluso fue penoso ver a Ebrard junto con Jesús Ortega y el candidato celebrar entre perredistas y los priístas Angel Aguirre y Manuel Camacho la victoria electoral conseguida. Y es tan corta la mente de los panistas que no repararon en que hubo uno que festejó a lo grande, su triunfo político: Enrique Peña Nieto.
V.- Y es que, pocos saben o lo quieren ignorar, que Ángel Aguirre antes del rompimiento con el PRI guerrerense era el representante de Peña Nieto en ese estado. El hecho toma trascendencia con el hecho de que mientras Manuel Añorve y Beatriz Paredes anunciaban por televisión abierta que impugnarían la elección y pedirían la anulación, Enrique Peña Nieto aceptaba la derrota y les mandaba un mensaje directo al corazón: “aceptamos la derrota en Guerrero, nos ganaron y con uno de los nuestros, hay que trabajar unidos”.
VI.- Cuando los panistas se dieron cuenta de esto, dejaron de festejar en las redes sociales. Incluso los del “jilgueros del patio panista” no volvieron a mencionar nada con respecto a festejo alguno por la victoria de los priístas vestidos de perredistas. Bajo la perspectiva del punto V, ¿quién fue el ganador en realidad?, cierto, el ganador fue Enrique Peña Nieto.
VII.- Para Beatriz Paredes Rangel recuperar Guerrero sería una gran salida de la presidencia nacional. Sería algo así como su alfil dentro del tablero de ajedrez político para poder sentarse con cierto status en la mesa de negociación con Peña Nieto rumbo al 2012. Porque después de que entregue la dirección del CEN, ¿qué sigue para ella?. Manuel Añorve nunca tuvo posibilidades reales de ganar la elección, por eso, se quedó solo. Incluso, en su rueda de prensa solo estuvo acompañado del líder nacional del PANAL y del segundo a bordo del PVEM, nunca de Beatriz Paredes ni del niño “verde”.
VIII.- El PRI no perdió nada, al contrario elevó su votación, contrario al PAN que solo obtuvo el 1.4%. El PRD ganó oficialmente la elección, pero no ganó un gobernador. Inteligente Peña Nieto, sin duda, ganó todo, ganó la elección, engañó al PRD, y colocó a su operador al frente de un gobierno estatal, uno más a la causa del gobernador del “copete” (como suelen llamarle sus detractores). Jugada fina, propia de un presidenciable.
IX.- Pocas veces se ve una carambola de tres bandas en la política. Peña Nieto lo hizo de manera impecable. Esta listo para dar la batalla más importante de su carrera política. Pero acompañándolo estarán aquellos que no están jugando a querer ser políticos como César Nava o Gustavo Madero o Beatriz Zavala. Lo tienen calculado, el escenario, la operación, el financiamiento, la imagen, todo. No son aprendices … como los otros.
X.- La política está empezando a tener un nuevo líder. Y es que Felipe Calderón como buen presidente que está en proceso de salida, respeta los cánones del sistema, es decir empieza a asumir su papel de “conciliador” y deja que su sucesor tome las riendas desde ahora. No se lo pide Peña Nieto, sino lo exige el sistema mismo. Los únicos ilusos que reniegan son los “jilgueros” que siguen al grisáceo Jesús Ortega que ven el caos venir y se niegan a retirarse. Al final quedarán como al principio reducidos al comunismo, desde donde surgió para ser hoy, un verdadero perredista EMPANIZADO.
La neta del planeta. Hoy más que nunca las palabras de Luis Correa Mena retumban como cañones: en el PAN extraviaron la cordura y quedaron huérfanos de la congruencia; resulta que ahora celebran el triunfo del PRI en manos del PRD y hacen suyos todos los mecanismos que los hacen triunfar: compra de votos, coacción del voto, desvío del erario. Luis asegura que Patricio y Beatriz Zavala lucharán por el CDE y las candidaturas para no morir en el descrédito por su destierro del seno presidencial.
