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Sacerdotes están atrapados en un hospital mientras la situación de Haití empeora

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5 de abril de 2024. Sacerdotes de la Orden de los Ministros de los Enfermos, más conocidos como Camilianos o Camilos, se encuentran atrapados en el Hospital San Camilo, debido al asedio y la violencia desatada en Puerto Príncipe, capital de Haití, por bandas criminales que han tomado el control de la ciudad.

En declaraciones para la agencia vaticana Fides, un sacerdote camiliano llamado Erwan expresó que la situación es gravísima y que está en riesgo la seguridad de las personas atendidas en el recinto y la de los propios religiosos.

“Las bandas cada día están más armadas y son más feroces, estamos atrincherados dentro del hospital, con la esperanza de que no nos ataquen. No podemos salir a comprar comida o medicinas para las personas que acogemos: niños discapacitados, enfermos, familiares de los hospitalizados y el personal médico y de enfermería”, afirmó.

El P. Erwan, ecónomo del hospital, añadió que los criminales sólo les han permitido salir una vez con la ambulancia, después de pagar una suma de dinero, para comprar bombonas de oxígeno que se necesitan para algunos pacientes e intervenciones quirúrgicas.

“La situación es cada día más peligrosa”, sentenció.

Otro sacerdote camiliano, el P. Antonio Menegón, indicó que Haití se hunde cada vez más en el abismo, con complicidad de la “indiferencia mundial”.

“Nadie habla de ello. Peor aún, nadie interviene, y con lo poco que podemos hacer intentamos estar presentes para ayudar a los muchos ‘fantasmas’ haitianos a vivir a pesar del silencio que les rodea”, agregó.

De igual manera, el P. Robert Daudier —director del hospital— indicó a Vatican News que los 285 empleados del centro médico sufren a diario por causa de la violencia. Comentó que las barricadas puestas en las calles por los grupos armados, dificultan en gran medida reabastecer los suministros de medicinas y alimentos, por lo que deben ser racionados.

Antes de salir de las instalaciones, explicó el director, se debe evaluar la situación en la calle: “¿Hay tiroteos? ¿Nos dejarán pasar para conseguir oxígeno, combustible y otros artículos de primera necesidad? Cuando conseguimos salir, siempre es a través de la negociación con estos pistoleros y bandidos”, expresó.

Atendemos a estos hombres como a cualquier otro paciente”, explicó el P. Daudier, “y muy a menudo son víctimas de operaciones decididas por sus jefes. Los padres camilianos no discriminan a nadie que solicite ayuda en su hospital.

La grave situación haitiana también impide que los civiles acudan a recibir ayuda médica, por miedo a lo que pueda sucederles en las calles. De las 125 camas disponibles en el Hospital San Camilo, sólo están ocupadas la mitad.

“Los enfermos sólo vienen al hospital cuando su estado se deteriora. Así, cuando llegan, se encuentran en estado grave”, manifestó el P. Daudier. Y concluyó resaltando que aunque se dediquen a atender a quien lo necesite, el hospital y su personal no están exentos de ser atacados.

“Pueden atacar a cualquiera que pase, incluso a los enfermos. Algunos son realmente crueles”, sentenció.

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