NUEVA YORK, 21 jul (Reuters) – El plan de recuperación de España necesita el apoyo de la inversión estadounidense, dijo el miércoles el presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, durante un viaje a Estados Unidos en el que destacó la mejora de las perspectivas económicas de su país.
Se estima que la economía española se expandió un 2,4% en el segundo trimestre respecto a los tres meses anteriores, a medida que se recupera del impacto de la pandemia del COVID-19, y va camino de crecer un 6% este año y un 7% en 2022, dijo Sánchez el miércoles.
El empleo aumentó un 4,9% en el mismo periodo, dijo en un evento organizado por Reuters Newsmaker, expresando la esperanza de que España se convierta pronto en “la economía que más crece en el mundo desarrollado” con el apoyo de las reformas del Gobierno, previstas en áreas como el trabajo, las pensiones y el medio ambiente.
España fue uno de los países que más sufrió la primera oleada de la pandemia el año pasado, y su estricto confinamiento provocó una caída récord del PIB del 10,8% ese año.
Sánchez dijo que España pretende atraer 500.000 millones de dólares de inversión privada para complementar un programa de recuperación financiado por la ayuda de la Unión Europea, y confió en que los proyectos de modernización que abarcan la educación, la energía y la digitalización atraigan a los inversores estadounidenses.
España recibirá un total de 140.000 millones de euros (165.000 millones de dólares) en fondos de recuperación europeos, la mitad de ellos en forma de subvenciones. Este año, España debe recibir 19.000 millones de euros.
Sánchez se reunió en Nueva York con varios inversores importantes, como el fundador de Bloomberg, Michael Bloomberg, y Larry Fink, consejero delegado de BlackRock Inc. Continuará su gira en Los Ángeles y San Francisco, donde se reunirá con consejeros delegados de la industria del entretenimiento y de Silicon Valley.
SOMBRAS CLIMÁTICAS
Sánchez dijo que España destinará el 40% de sus fondos de recuperación europea a proyectos relacionados con la sostenibilidad y el medio ambiente.
Sin embargo, destacó las contradicciones de algunas de las medidas propuestas en Europa para luchar contra el cambio climático, en particular una propuesta de impuesto sobre el carbono, una tasa sobre la energía traída de terceros países donde no se puede certificar la “limpieza” de la producción.
España fue uno de los primeros países en reclamar un impuesto de este tipo en Europa.
“Se trata de tener igualdad de condiciones: en Europa no sentimos que juguemos con el mismo nivel de protección”, dijo, en referencia a los competidores de Asia.
Sin embargo, Sánchez advirtió que la política podría tener un efecto “regresivo” al perjudicar a los consumidores de bajos ingresos y dijo que los líderes europeos deben considerar los posibles impactos.
“Es clave que esta transición tenga una perspectiva inclusiva y no elitista”, dijo.
Señalando el fin de la minería del carbón en España, que ha incluido un fondo de compensación para los antiguos trabajadores del carbón, Sánchez dijo que podrían ser necesarios mecanismos similares para minimizar la potencial desigualdad de la propuesta de impuesto sobre el carbono.
