A votar en la Consulta de Revocación del Mandato de AMLO
Es la oportunidad histórica de refrendar o de revocar el mandato al Presidente de México, ni más ni menos. ¡Ojalá se hubiera podido en los tiempos de Peña Nieto o en los de Felipe Calderón o en los de Fox, o en los de Zedillo!. No hubiera quedado “títere sin cabeza”. Y es que, sinceramente los gobernantes al llegar a la mitad de su mandato se sienten como “dioses”. No hay uno solo que escape a esa condición de poder. Se trata de acalambrar al “presidencialismo” que embrutece a los políticos.
Y ya no hablemos de los Gobernadores, o de los Presidentes Municipales, que a la mitad de su mandato empiezan a hacer cosas que solo tienen explicación en el ámbito de la corrupción, la maldad, la perversión y la traición.
Los ciudadanos estamos hartos de tanto abuso que desde el poder hacen los gobernantes que se pierden en medio de tanta tranza, tanto “cochupo”, y tanto desvío de recurso público. Lo hace el gobernante del municipio rico hasta el que gobierna uno chico. La corrupción es corrupción y se anida en la esfera del poder político.
Por esa poderosa razón es bienvenida la consulta de Revocación del Mandato. Porque se puede decidir mantener al gobernante en turno en el poder o terminar de tajo con la pesadilla de su reinado. Así de fácil.
La oposición a participar en la consulta no es la postura correcta, pues denota una fobia política no propia de la democracia que tanto necesitamos. Oponerse a participar es negar una realidad que urge. Si bien es cierto que se eligió al Presidente para un periodo de 6 años, también lo es que si no está siendo congruente, nos miente, nos falla y nos saquea, hay que revocarle el mandato.
Se trata de la confianza que le tenemos a un gobernante. Cuando la confianza se pierde ya no hay razón para mantenerlo en el poder.
La Revocación de Mandato no se trata de Andrés Manuel López Obrador, sino de la potestad del pueblo para decidir qué hacer con un mal gobernante.
Los que centran su ataque en AMLO pierden su tiempo. La oportunidad es de oro y no hay que desecharla. Los verdaderos demócratas aprecian la Consulta, porque le otorga a la ciudadanía su verdadero poder de decidir el destino del país.
