Evangelio según San Marcos 10:2-12
Amadísimos hermanos y entrañables amigos:
San Juan Bautista es quien nos da ejemplo de lo que debemos hacer para preparar nuestro nuevo nacimiento en esta Navidad: “Ser una voz poderosa en medio del desierto, que proclama desde lo más profundo de su corazón: ¡Preparen el camino del Señor, háganle sendas derechas! Ese grito potente es la CAPACIDAD QUE TENEMOS DE RESURGIMIENTO A LA VIDA DEL ESPÍRITU.
El lograr que renazca Cristo en nuestro interior es lo mejor que nos puede suceder en esta Navidad. Desafortunadamente, las mayorías no tienen UN LUGAR PARA QUE CRISTO NAZCA, porque están llenos de compromisos que en vez de hacerlos libres, los atan, esclavizan, entorpecen, ensordecen, ciegan y los hacen existir sin vivir. Los propósitos elevados que dignifican se han diluido en nuestra juventud, porque ante tantos distractores, no hay espacio ni tiempo para la vida espiritual.
Nuestro propósito es que en esta Navidad, todos los adultos que tienen hijos o amigos hagamos un ambiente propicio para que el festejado sea quien debe ser: CRISTO. Y, de manera especial, aprovechemos el momento para que realmente preparemos en los nuestros EL CAMINO DEL SEÑOR Y ENDERECEMOS SUS SENDEROS.
Al enderezar los caminos, los nuestros despertarán a un nuevo amanecer y recuperaran el sentido exacto de nuestra vida y los propósitos se verán multiplicados. No olvidemos que una vida con propósitos es algo maravilloso que nos hace trascender, haciendo de nuestro existir una obra de arte digna de ser aplaudida por Dios y admirada por la humanidad.
P. Cosme Andrade Sánchez+
