Inicio Análisis político Enrique Vidales Ripoll Poner las cosas en justa dimensión

Poner las cosas en justa dimensión

962

En la vida debemos ser honestos. En ese tono hoy me digo sorprendido por lo que tuve la oportunidad de conocer del trabajo que ofrecerá el CRIT en Yucatán. Con motivo del día del Teletón acudí con mi familia a la kermesse que se organizó en las instalaciones del reciente inaugurado CRIT en nuestro Estado. Como parte de las actividades se dejó que los asistentes tengan una visita guiada por las instalaciones nuevas, que nunca han sido utilizadas a la espera de los nuevos niños que deberán empezar a inscribirse el próximo 8 de diciembre.
No todos podrán ser atendidos en primera instancia. Para empezar, así nos lo específico el guía, se podrán atender a 1,000 niños con problemas de discapacidad neuro-esquelético-motor, la capacidad máxima en la atención de un solo turno, esperando que pueda extenderse por más tiempo de acuerdo a la demanda y la aportación económica de los donantes.
Personas con discapacidad desde nacidos hasta los 18 años gozarán de instalaciones de primer nivel, con consultorios de todos los especialistas multidisciplinarios que atenderán las necesidades de rehabilitación de los niños, con equipos de primer nivel como son el cuarto de estimulación sensorial que incluye aparatos para motivar la sensibilidad de todos los sentidos, la alberca para la hidroterapia, de estimulación temprana, la rehabilitación con los mejores equipos mecánicos para ello, con la confortabilidad y espacios debidamente acondicionados para los pacientes. Mención especial un cuarto que simula las cosas que hay en una casa, para que los niños aprendan a desplazarse, a usarlos y a ser independiente en sus movimientos. Todo en un ambiente acogedor y humano.
Lo que más sorprendió fue la invitación a todos las personas interesadas en conocer como opera el CRIT, solicitando previa cita, el equipo de voluntariado nos podrá mostrar lo que se hace dentro del Teletón. Una forma de transperancia y compromiso del CRIT para que las personas se sientan seguras de cómo se usa el dinero que se dona.
Debo admitir que tengo razones muy especiales para estar, no en desacuerdo con la atención, pero si en la forma de hacer supuestamente concientización sobre la discapacidad. En este último punto no se cambia mi percepción. La lástima y la compasión no son la mejor manera de crear en la sociedad una mayor aceptación de la realidad del discapacitado. Menos los mensajes de estas o no estás con el teletón, que sin querer divide a los mexicanos en dos formas: en los buenos que si aportan, y por añadidura, aunque nunca se ha dicho pero se deja entrever, en los malos que no lo hacen.
Estamos en estos momentos ante una situación dificil por la crisis económica, además, con la limitaciones fiscales para las empresas para la deducibilidad de las donaciones, el llegar a la meta se hace difícil. En estos momentos en que escribo esta líneas, hace falta más de 100 millones de pesos en pocas horas de cerrar las transmisiones del Teletón.
Desconozco si se logrará la meta. Lo que si es cierto es que la atención de la discapacidad que hoy hace la Fundación Teletón es loable. De eso ya no me queda duda. Si por alguna razón no se logra la meta, ni el mundo, ni el Teletón se acabará. Seguramente se ajustarán algunos retos y objetivos mientras el mundo retoma el camino, porque la capacidad de muchos que hoy quisieran donar no lo pueden hacer, no porque no quieran, sino porque no pueden por ser otras las necesidades más apremiantes.